Resurgen las divisiones en Bosnia tras la clasificación al Mundial
Las diferencias étnicas en el país -entre musulmanes, croatas y serbios- siguen latentes a una década de la guerra civil.
Podría haber sido una celebración de unidad, como sucede en otros países, cuando los colores políticos son dejados de lado para festejar los triunfos deportivos. Pero en Bosnia no sucedió eso. La selección de fútbol de ese país balcánico clasificó el martes por primera vez a un Mundial, tras derrotar 1-0 como visitante a Lituania y los festejos evidenciaron que las divisiones étnicas, que incluso bañaron de sangre su territorio hace una década, persisten. En las calles y hogares sólo festejaron los bosnio-musulmanes y se hicieron a un lado los serbo-bosnios y los bosnio-croatas.
La desmembración de la antigua Yugoslavia, que se inició en 1991, con la independencia de Eslovenia y Croacia, tuvo su capítulo más doloroso en Bosnia-Herzegovina, república divida entre croatas-católicos, serbios-ortodoxos y musulmanes, donde estalló la guerra civil tras la declaración de secesión, en abril de 1992. Allí se enfrentaron los tres grupos, unos apoyados por Croacia y otros por el Ejército yugoslavo, mayoritariamente serbio, en un clima de revanchismos históricos, limpieza étnica y participación encubierta y tácita de las potencias extranjeras. La guerra terminó con la firma de los acuerdos de Dayton, impulsados por Estados Unidos, el 21 de noviembre de 1995, y dejó 250.000 muertos y más de 2,5 millones de refugiados.
Así, las imágenes de celebración vividas la noche del martes en Sarajevo y otras ciudades sólo eran destacadas por la prensa de la capital del país, donde la comunidad musulmana es mayoritaria. Los periódicos destacaron especialmente a Vedad Ibisevic, autor del gol que selló la clasificación para Brasil 2014. "La selección ha cumplido el sueño de los bosnios. ¡Vamos a Brasil!", titulaba el principal diario de Sarajevo, Dnevni Avaz. "Guiados por (el entrenador) Safet Susic, nuestros héroes llenaron de alegría a cada bosnio y consiguieron una hazaña que nos hace sentir orgullosos, como nunca antes", escribió ese periódico.
Sin embargo, no todos los bosnios demostraban su alegría. Los serbios del país apoyan habitualmente a la Selección de Serbia y los croatas a la de Croacia, por lo que son los musulmanes los que se identifican plenamente con los éxitos del equipo nacional de fútbol. Eso, pese a que la selección bosnia tiene jugadores de origen serbio y croata. De hecho, los serbo-bosnios estaban más interesados en alentar a Serbia en su partido contra Macedonia, pese a que esa selección ya estaba eliminada del Mundial, y los bosnio-croatas querían ver el partido donde Croacia aseguró el repechaje, pese a perder ante Escocia.
"Como todo en Bosnia, el deporte está supeditado a la política etnonacionalista", explicó la analista política Tanja Topic a la agencia France Presse. Desde el final de la guerra, Bosnia está dividida en dos entidades, la República Srpska (RS, serbo-bosnia, cuya capital es Banja Luka) y la Federación Croata-Musulmana, que están unidas por débiles instituciones centrales.
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