Médicos brasileños extrajeron hoy agujas clavadas en el corazón de un niño de 2 años que había sido víctima de un ritual de una secta religiosa por parte de su padrastro, que le clavó en el cuerpo 42 elementos metálicos, un caso que conmociona a Brasil.
Después de cuatro horas de cirugía, los médicos del Hospital Ana Neri de Salvador, estado de Bahía, noreste de Brasil, retiraron dos agujas que le habían causado endocarditis, una infección coronaria.
La cadena televisiva Globo informó que los médicos todavía esperan retirar una aguja clavada en el pulmón y otra cercana al corazón del niño de 2 años que esta semana se descompuso y debió ser internado, tras lo cual se descubrió que tenía 42 agujas en su cuerpo.
"La trayectoria de la aguja en el corazón indica que hubo intención de llegar al órgano vital", dijo el director médico del Hospital Ana Neri, Roque Aras, quien detalló que un boletín será divulgado el sábado.
El principal acusado de introducir las agujas está detenido: es el padrastro del niño y se llama Roberto Carlos Magalhaes, de 33 años. El actuó junto a su amante y una amiga de un supuesto rito de una secta religiosa y durante un mes le colocaron las 42 agujas en distintas partes del cuerpo al niño.
La madre del niño y el resto de la familia desconocían la situación ya que el padrastro lo llevaba a pasear, pero en realidad era llevado a la casa de sus cómplices. El hombre confesó el delito ante la policía y dijo que actuó en venganza de la madre del niño.
El jueves vecinos de la ciudad de Ibotirama, donde ocurrió el caso, intentaron linchar a los detenidos y destruyeron parte de la comisaría donde estaban alojados los acusados.