Más de 15 minutos tuvo que esperar el Papa Francisco a la Reina de Inglaterra, para concretar el encuentro que tenían previsto para hoy en el Vaticano. La audiencia, que fue a puerta cerrada, se realizó en una de las salas anexas del Aula Pablo VI del Vaticano y no en el departamento papal, como suele hacerse en las reuniones con autoridades.
Como es de costumbre, antes de la reunión -que finalmente duró 17 minutos- se hizo el intercambio de regalos, donde el pontífice argentino entregó a Isabel II un presente dirigido a su bisnieto George, el hijo de los duques de Cambridge, William y Kate. Bergoglio envió al príncipe, tercero en la línea de sucesión al trono británico y que cumplirá un año el próximo julio, una esfera de lapislázuli con una cruz de plata engarzada.
En la ocasión, el líder de la Iglesia católica regaló a Isabel II un facsímil del decreto de canonización de San Eduardo "El Confesor", rey de Inglaterra entre 1043 y 1066, mientras que la monarca le dio un canasto con productos ingleses y frutos de sus propiedades.
La visita de Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, se produjo luego del almuerzo que tuvieron con el Jefe del Estado italiano, Giorgio Napolitano. La última vez que la soberana estuvo en a la Santa fue en el 2000, cuando se reunió con Juan Pablo II.