La policía secreta de la extinta República Democrática Alemana (RDA), la Stasi, tuvo su acta sobre Michael Jackson y espió el concierto que el fallecido rey del pop ofreció junto al Muro de Berlín, el 19 de junio de 1988, en el lado occidental.
La autoridad que custodia las actas de la Stasi informó hoy de la existencia de esas actas, de acuerdo a las informaciones contenidas en la edición de hoy del popular diario "Bild".
Según ese medio, las autoridades comunistas temían que los jóvenes del sector germanooriental trataran de acudir como fuera a las inmediaciones de la Puerta de Brandeburgo para seguir el concierto que tendría lugar al otro lado del muro.
La Stasi consideraba que podían producirse disturbios y que los jóvenes buscarían la "confrontación directa" con la Policía germanooriental, afirma "Bild", que se remite a informes de este cuerpo policial de mayo de 1988.
Para neutralizar lo que se consideraba una "provocación política" se planeó desviar a los jóvenes hacia otro emplazamiento, donde en lugar del anunciado concierto se transmitiría un vídeo con otra actuación de Jackson.
El conciertotrampa no llegó a realizarse, sino que en lugar de eso se optó por la mera represión de los jóvenes germanoorientales que trataran de acercarse a la Puerta de Brandeburgo.
Según informaciones recabadas entonces por las televisiones públicas occidentales ARD y ZDF, el concierto de Jackson concentró efectivamente a miles de personas en la zona prohibida, en el sector oriental, y calles adyacentes.
Agentes de la Stasi y miembros de la policía vestidos de civil se mezclaron entre esos grupos e impidieron la labor informativa de esos medios, que pretendían captar imágenes de los jóvenes.
El gobierno federal protestó entonces formalmente ante las autoridades de la RDA por obstaculizar el trabajo de los medios.
La policía política de la RDA llegó a tener unos 90.000 agentes, complementados por 300.000 confidentes, cuya misión era hacer un seguimiento hasta la esfera más privada de los sujetos "espiados".
Se estima que la Stasi llegó a tener una de las redes más compactas de observación de sus ciudadanos, gracias a esos confidentes, repartidos tanto entre estamentos académicos y de otros ámbitos profesionales, como en comunidades de vecinos.