Después del golpe que dio la Europol, al informar el desmantelamiento de una gran red de apuestas ilegales y arreglo de partidos, comenzaron a salir a la luz los compromisos investigados. La policía europea expresó ayer que eran cerca de 380 duelos, y que en 150 había pruebas de que además se habían manipulado los resultados.
La gravedad del caso aumenta dado que entre los encuentros irregulares hay partidos de Eliminatorias y torneos europeos.
De hecho, en la conferencia de prensa en la que se presentó el caso, las autoridades destacaron un amistoso Sub 20 entre Argentina y Bolivia, que tuvo un alargue de 12 minutos, período en que los argentinos lograron el triunfo gracias a un penal.
La red, con sede en Singapur, tenía participación en 13 países y según el medio alemán Bild, de los 425 sospechosos de haber formado parte, 151 residen en Alemania.
Se agrega que, además de los 380 partidos sospechosos de manipulación entre 2008 y 2011 que anunció Europol, existen otros 300 encuentros que podrían haber sido objeto de manipulación por los miembros de la red y que al menos 70 se disputaron en Alemania.
Bild destaca que en la resolución del caso participan equipos policiales de 13 países, también con agentes infiltrados en la red, y que durante la investigación se han analizado mas de 13 mil llamadas telefónicas y correos electrónicos.
También se revela que entre los encuentros sospechosos de haber sido manipulados están los disputados en 2009 para la clasificación de la Europa League entre el Rapid de Viena y el Vllaznia Shkodra albanés o el Fenerbahce Estambul y el Honved Budapest.
"Esto es sólo la punta del iceberg", aseguró ayer Rob Wainwright, director de Europol, que mencionó un partido clasificatorio para el Mundial en la Concacaf.
Los partidos bajo sospecha incluyen choques de las eliminatorias para el Mundial y la Eurocopa, encuentros por la Liga de Campeones de Europa, y partidos en Asia Central, Sudamérica y Africa.
"Hay dos partidos de clasificación para el Mundial en Africa y un partido en América Central bajo sospecha", dijo Friedhelm Althans, comisario de policía de la ciudad alemana de Bochum.