El intenso frío de Siberia se convirtió en el ambiente ideal para preservar el cuerpo momificado de "Ukok", una princesa encontrada por científicos rusos en la década de los 90's en la Meseta de Ukok, en el seno de la Federación Rusa, la cual hoy sorprende al mundo al revelarse los espectaculares tatuajes que tenía en su cuerpo, de más de 2.500 años de antigüedad.

Los patrones dibujados en su cuerpo se conservaron prácticamente inalterados, por lo que se puede apreciar a simple vista la forma de una criatura mitológica, la que formaría parte del antiguo pueblo nómade de los Pazyryk, los cuales fueron descritos por el historiador griego, Heródoto.

Según los especialistas, la "princesa Ukok" (que también ha sido conocida como la Dama de Hielo) habría muerto a los 25 años, y se habría tratado de una mujer miembro de la familia real, o a algún tipo de curandera o chamán, lo que quedaría claro al haber sido encontrada junto a dos hombres guerreros y a seis caballos, los que supuestamente deberían haberla acompañado en su viaje a la siguiente vida.

Según explicó la científica Natalia Polosmak al diario ruso Siberian Times, "los Pazyryks creían que los tatuajes les serían de ayuda en la otra vida, pues les ayudaría a los miembros de una misma familia a identificarse después de la muerte (...) Si quieres, se podría decir que eran una especie de pasaporte en la otra vida".

Pero lo que más sorprende, además de su antigüedad y estado de conservación, es la calidad de los trazados del arte corporal de "Ukok", pues no hay problema en diferenciar las líneas perfectas, lo que llevó a los científicos a reproducir los trazos y mostrar como se vería el cuerpo tanto de la princesa, como el de sus "guardias".