El 10 de marzo de 2006, dos días antes de que Michelle Bachelet asumiera la Presidencia, el entonces vicecanciller, Cristián Barros, viajó a Buenos Aires -en misión secreta-, para intentar frenar la activación del proceso de demarcación de Campo de Hielo Sur exigido por Argentina.
El gobierno de Néstor Kirchner había enviado una nota diplomática el 27 de febrero de ese año, pidiendo la reactivación de la comisión de límites de ambas cancillerías, para iniciar los trabajos técnicos tendientes a definir la frontera entre el monte Fitz Roy y el cerro Murallón, de acuerdo al tratado de 1998.
La exigencia transandina se produjo en medio de un impasse entre la Casa Rosada y La Moneda por una foto que se tomó Ricardo Lagos, junto al jefe de la Fach de la época, general Osvaldo Saravia, en la zona sin demarcar y que es reclamada por Argentina.
Aunque el gobierno y la Fach ofrecieron disculpas por el error de la foto, el gobierno de Kirchner invitó -a través de notas diplomáticas- al director de Fronteras de la Cancillería chilena a coordinar el reinicio de las actividades de la comisión mixta.
La estrategia de Chile hasta entonces era postergar la demarcación, separándola lo más posible del fallo de Laguna del Desierto, que había sido adverso para Chile.
En ese marco se produjo el viaje de Barros a Buenos Aires, en marzo de 2006, donde se reunió con el entonces subsecretario de RR.EE., Roberto García Moritán. La cita, sostienen fuentes de Cancillería, fue tensa. "Argentina defendió su interés por confeccionar de una vez por todas los mapas", dicen fuentes diplomáticas chilenas.
Barros recordó que había un acuerdo entre los dos países de dilatar el trazado para evitar problemas que obstaculizaran el acercamiento bilateral. Dijo, además, que no era adecuado retomar un tema sensible en momentos en que había un cambio de gobierno en su país.
La respuesta del vicecanciller habría sido tajante. "Nos dijo que no había marcha atrás", añaden las mismas fuentes. Barros regresó al país y, al día siguiente del cambio de mando, se reunió con las autoridades de Cancillería para informales del fracaso de su gestión.
En abril de 2006, Cancillería envió una nueva misión a Argentina. El subsecretario de la época, Alberto van Klaveren, se reunió con su par García Moritán. La reunión fue cordial. Plantearon el interés de sus gobiernos por mantener las mejores relaciones bilaterales. Y al abordar Campos de Hielo, Van Klaveren dijo que Chile cumpliría lo acordado en el tratado del 98, pero "pidió a Argentina manejar este tema en forma delicada".
Parte de la cautela que pedía Chile implicaba que se trabajara en reserva, pero, por sobre todo, sin prisas. Argentina, aseguran las fuentes, aceptó el primer punto, pero no dio ningún compromiso en torno al segundo.
Van Klaveren volvería a Argentina a fines de 2006 y en dos ocasiones más el 2007. En esas citas se concordaron aspectos técnicos previos al trabajo de la comisión mixta, lo que sirvió a Chile para postergar algunos meses el inicio de los estudios cartográficos.