En un amplio operativo realizado en la ciudad de Reggio-Calabria, la policía italiana detuvo a 49 personas vinculadas a la mafia de esa zona llamada Ndrangheta, entre los cuales está un conocido narcotraficante chileno llamado Alejandro Omar Arriagada Ramos (55) que fue extraditado a Italia en enero de 2006 por la Corte Suprema.
Junto con él, también fue detenida su pareja chilena Solange Carvajal Vega, quién fue detenida en junio de ese año por traficar un kilo de cocaína en el Mall del Centro, la que iba destinada a la ciudad de Milán. Es por esto, que el Ministerio Público chileno comenzó a indagar los nexos de estas personas con otros países de la región, puesto que se sospecha que integraban una red compuesta por clanes de la Ndrangheta y narcotraficantes de España, Albania, Grecia, Chile, Bolivia y Perú.
Según la policía, la droga era transportada de Sudamérica a España y de ahí a Italia, donde era distribuida sobre todo en el centro y el norte del país. Entre los detenidos tambien figuran 11 ciudadanos peruanos, uruguayos, rumanos, albaneses y serbios.
"DON ALESSANDRO"
Arriagada es un lanza internacional conocido como "Don Alessandro" que sirvió de burrero durante los ochenta a la mafia calabresa. En 1974 escapó desde Chile rumbo a Italia puesto que se negó a hacer el servicio militar y fue procesado por deserción en la fiscalía militar. Tras años trabajando como limpiador y sus primeros pasos en el hampa comenzaron en Milán, en un bar llamado Teodosio. Ahí se hizo contactos y trató fallidamente de transportar cocaína desde Uruguay en una maleta de doble fondo, ya que fue detenido en Francia.
En 1997, es expulsado a Chile y viaja nuevamente a Italia, ahí conoce a sus contactos en la Ndrangheta. En 2004 vuelve a Chile y al poco tiempo es detenido en la casa de su madre en Estación Central a raíz de que sería extraditado a Italia por un proceso por asociación ilícita para el tráfico de estupefacientes. En la declaración que le tomó investigaciones antes de ser extraditado, negó haber participado en narcotráfico, pero reconoció que mantuvo correspondencia con Franco Biagini y otros italianos que conoció en la cárcel. Además, hizo una serie de viajes a Bolivia, por lo que se presumió que estaba coordinando envíos de cocaína.