Nadie le puso una pistola en la cabeza o le amarró una soga al cuello. Pero en la lógica de esta investigación, es como si los encargados de evitar su muerte hubieran dejado que su protegido lo hiciera por su cuenta y a su propia vista y paciencia. Según revelaron ayer las autoridades a cargo de resolver la causa de la muerte de Michael Jackson (ocurrida el 25 de junio pasado en su casa de Los Angeles), el cantante murió debido a una intoxicación aguda del anestésico Propofol y de otros cinco medicamentos recetados como Lorazepam. Esto, de acuerdo al comunicado del Instituto de Medicina Forense de Los Angeles y que recoge los resultados finales de la autopsia. 

Las circunstancias han sido calificadas de "homicidio", ya que esta conclusión confirma que el ex Jackson 5 fue medicado irresponsablemente y más allá de lo conveniente para su salud. El informe es un extracto de la autopsia realizada al artista y en éste se mencionan como factores del fallecimiento de Jackson otros fármacos que tienen como principio básico el benzodiazepine, un compuesto empleado para tratar el insomnio y la ansiedad. 

Según esto, la combinación de Propofol y de Lorazepam fue lo que causó el paro cardiorrespiratorio que terminó con la vida del músico a los 50 años de edad. Pero no es todo: también se detectaron en los análisis restos de midazolam, diazepam, lidocaína y efedrina.
La responsabilidad de Murray

Los resultados completos de la autopsia, incluidas las conclusiones de las pruebas toxicológicas, se mantendrán en secreto para uso interno de la investigación. Pero con esto se refuerzan las dudas en torno a su médico personal, Conrad Murray, quien ha sido investigado desde la muerte del popular artista. 

Murray estuvo con Jackson durante sus últimas horas y en los interrogatorios reconoció que administró Propofol y otras sustancias al "Rey del pop", para ayudarle a conciliar el sueño. Sin embargo, el abogado de Murray criticó a las autoridades por no revelar el contenido completo de la autopsia.
Edward Chernoff, el representante del especialista -y que calificó el anuncio como una "estrategia sospechosa"-, dice que no entiende por qué el condado de Los Angeles sólo dio a conocer una parte del reporte del forense y exigió que se revelen los niveles exactos de los distintos tipos de drogas encontrados en el músico. 

A pesar de lo contundente de los resultados, la certificación de una muerte como "homicidio" no significa la presentación de cargos criminales, según informó ayer el diario Los Angeles Times. La publicación aclara que lo que sigue será definido por la fiscalía, en particular, respecto de Murray. El informe final de los forenses incluye el reporte toxicológico completo, que será mantenido como un documento confidencial a pedido del Departamento de la Policía de LA (LAPD) y la Fiscalía de la ciudad.