A ambos lados de la cordillera de Los Andes, la situación de Luciano Cabral sigue siendo noticia. El jugador permanece detenido, aunque no imputado, por el crimen del murguero Joan Villegas durante la mañana del 1 de enero.

A diferencia del ex seleccionado Sub 20, los que sí están imputados son su padre, José Cabral, y un adolescente de 17 años. El primero se encuentra ya recluido en la cárcel de San Rafael de manera preventiva, mientras que el joven está en un centro de internación para menores.

En este contexto, José Cabral quiere desligar de cualquier hecho a su hijo, quien actualmente pertenece a los registros de Atlético Paranaense de Brasil.

"Sabe, el hombre, que cualquier vínculo del chico con la muerte de Villegas terminará con su carrera futbolística para siempre", sostiene el Diario San Rafael.

Eso sí, "los deseos de Cabral (padre) son distintos al quehacer de la justicia, ya que el magistrado Luis Ojeda quiere conocer qué pasó el domingo y cuántas personas participaron de la riña, por encima de cualquier pretensión o estrategia del familiar directo de Luciano Cabral".

"Si el jugador no estuvo en la pelea, será rápidamente desvinculado de la causa; de lo contrario, el juez busca saber qué responsabilidad tuvo y para ello continúa el pedido de pruebas", sentencia el matutino.