La prueba está en la herida: el lanzazo en la novena costilla izquierda fue demasiado preciso para pensar que Shanidar 3 -un neandertal bautizado así por el sector en Irak donde fueron encontrados sus restos- fue asesinado por sus congéneres neandertales o fue víctima de un accidente de una jornada de cacería.

La discusión duró 50 años. Y Steven Churchill, profesor de antropología la Universidad de Duke, pretende darle un cierre definitivo: Shanidar 3 fue asesinado por un homo sapiens que utilizó un accesorio para lanzar el proyectil. Eso se desprende de su investigación. Churchill utilizó una ballesta diseñada para disparar proyectiles de la edad de piedra e impactar cuero de cerdo, comparable con la dura y resistente piel de un neandertal. Cuando lanzó proyectiles con la misma energía cinética de un lanzador, las heridas fueron precisas, no provocaron daños en los tejidos circundantes y la inclinación tuvo exactos 45 grados. Lo mismo le ocurrió a Shanidar 3. "Sólo hay una especie que podía tener esa clase de armamento. Y esa especie es la nuestra", dijo Churchill.

RESISTIÓ
Shanidar 3 vivió hace 50.000 o 75.000 años. Tenía entre 40 y 50 años, medía 1,67 metro y tenía signos de artritis. Al verse herido, se arrastró hacia la cueva donde en 1960 fueron encontrados sus restos, junto con los fósiles de ocho neandertales. Su herida comenzó a mejorar antes de morirse. Pero, tal como documentó Churchill al compararla con heridas de la Guerra Civil de EEUU anteriores a la existencia de antibióticos, logró resistir sólo algunas semanas.

La investigación de Churchill no da para generalizar. Lo que ocurrió con Shanidar 3 no quiere decir que los neandertales desaparecieron de la faz de la Tierra por acción de la especie más evolucionada. Según él, el contacto entre neandertales y homo sapiens fue pacífico en algunos lugares y violento en otros. Y la especie desapareció por un cúmulo de factores.

Hay una conclusión más: se  trata del primer crimen de la historia. O de la prehistoria.