El futuro de Felipe Gutiérrez dependía del devenit de su club, el Twente holandés, que enfrenta un complejo momento administrativo.
En un primer momento, la institución fue descendida a la Segunda División por problemas económicos.
Sin embargo, la historia dio un giro: la federación holandesa mantendrá al equipo en la máxima categoría. Eso sí, a cambio de una multa de 181 mil euros.
En un primer escenario de descenso administrativo, Gutiérrez se perfilaba como posible refuerzo de clubes como el Betis de España.
Sin embargo, con la permanencia ratificada, el es jugador de Universidad Católica permanecería en Twentee. "Seguimos en primera", celebró en Instagram.