Luis Suárez hasta calentó junto a sus compañeros de la banca, mientras en la cancha Uruguay comenzaba a despedirse de la Copa América Centenario. Pero no entró y porque no podía. La principal figura de la Celeste llegó lesionado al torneo y así figuraba en la lista oficial para el partido.

El cuerpo técnico lo llevó a la banca ante México y Venezuela para que estuviera junto al resto, pero médicamente era un riesgo que jugará. Y aunque ante la urgencia se hubiera querido intentarlo, reglamentariamente no se podía ya que en la planilla estaba indicado que el delantero se encontraba lesionado, lo que le impedía ingresar.

Suárez o no lo sabía o no lo entendía. Revisa su reacción.