En muchas latitudes fue la embajadora del cine chileno durante el 2008. Con importantes premios en diversos festivales, Tony Manero gozó de aceptación de público y crítica, pese a su carácter áspero y a su escaso afán concesivo. En suma, se trataba de una película arriesgada.

Por lo mismo, puede causar anticuerpos. Y eso es lo que pasó con la influyente revista Entertainment Weekly, quien en su edición de resumen del año la incluyó entre las peores películas del año estrenadas en EEUU. 

Concretamente la selección fue hecha por el crítico Owen Gleiberman, quien deja al filme de Pablo Larraín junto a títulos como Guerra de novias, The Men Who Stare at Goats y La venganza de la casa del lago. El crítico fundamenta su decisión en la poco edificante lista por su "poco lograda" metáfora del régimen militar.

"Situado en Chile en 1978, este "chatarra de cine arte" trata de un psicópata que idolatra a John Travolta como una "metáfora" del régimen de Pinochet. Si esto suena un poco forzado, confía en mí: no tiene más sentido cuando lo ves", fue el feroz diagnóstico de Gleiberman.

La cinta, estrenada en ese país en un circuito de exhibición independiente, fue la candidata chilena al Premio Oscar y obtuvo relevantes premios como el del Festival de Cine de La Habana, Trieste, Estanbul, Varsovia y Sanfic, y obtuvo elogioso comentarios en su paso por Cannes, donde el diario inglés The Times la eligió entre los 10 filmes que había que ver en el certamen.