"No ayuda que Piñera sea un billonario". Con esta frase, la revista Time analiza la baja que ha experimentado la popularidad del Presidente Sebastián Piñera desde hace varios meses, y atribuye los resultados, en parte, a las protestas por la aprobación de HidroAysén y a las marchas estudiantiles de las últimas semanas.
En el artículo -publicado el día de ayer- la revista plantea que entre "los culpables" de la caída en la aprobación de Piñera (36% según la última encuesta Adimark) está "la ira pública por su bendición" al proyecto de Endesa y Colbún, resaltando las masivas protestas que ha ocasionado el megaproyecto hidroeléctrico. De acuerdo al texto, las manifestaciones se produjeron en contra de lo que -según el artículo- los críticos llaman una "tradición arraigada en Chile de un cheque en blanco para las grandes empresas". En ese contexto es en que se alude a la situación económica del Presidente.
No obstante, la publicación, titulada "Después del triunfo de los mineros: cómo el Presidente chileno perdió su 'encanto'", profundiza mayormente en el conflicto estudiantil y destaca la última marcha, que convocó a más de 80 mil personas.
El artículo enfatiza en que Piñera obtuvo el año pasado su mayor nivel de aprobación (63%) y sostiene que ese resultado no se debió solamente al rescate de los 33 mineros, sino que a "la sensación entre los chilenos de que su líder de centroderecha estaba llevando al país más desarrollado de America Latina en la dirección correcta".
Sin embargo, plantea que "mientras Piñera ve sus números en las encuestas caer como una piedra en un pozo minero, él ha aprendido lo que su pragmática socialista predecesora, Michelle Bachelet, descubrió: gobernar desde el centro, a pesar de todas las visiones de reunir a una sociedad polarizada como la chilena, es difícil".
"Bachelet enfrentó protestas de furiosos estudiantes hace cinco años, conocida como la "revolución pingüina" (…). Ella falló en resolver el problema educacional, y parece que Piñera no ha aprendido mucho de su experiencia", se lee en el artículo.
"Las buenas noticias para Piñera son que él tiene tres años restantes para cambiar el rumbo", agrega la revista, junto con destacar que el Mandatario "ha empezado ese esfuerzo con la promesa de acabar" con el escándalo provocado por La Polar.