Con un espectáculo de luces, música y sonidos autóctonos, el Gobierno paraguayo presentó ayer uno de los atractivos turísticos más imponentes del país, las ruinas que conservan vestigios de las misiones jesuíticas durante el siglo XVII.

Las Ruinas Jesuíticas de Santísima Trinidad del Paraná, reducto de una de las misiones de la Compañía de Jesús de Paraguay, fue el escenario del espectáculo, que tuvo lugar a las afueras de Encarnación, a 370 kilómetros al sur de Asunción y colindante con la ciudad argentina de Posadas.

Las antiguas misiones jesuíticas de este país hacen parte del conjunto de las reducciones emplazadas en el departamento de Itapúa, cuya capital es Encarnación, y en el vecino Misiones, que en 1993 fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.

RUINAS JESUISTICAS
El proyecto, encabezado por la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) y denominado "Luces, Sonido e Imágenes de Trinidad", busca remontar a los visitantes a los tiempos de las misiones durante un recorrido por los imponentes vestigios de la Iglesia Mayor, Menor, las Casas de Indios y una plaza que conforman ese patrimonio histórico.

El toque musical estuvo a cargo del director de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (Osca), Luis Szarán, e incluyó un repertorio de música sacra con obras de Doménico Zípoli (1688-1726), identificado con las misiones jesuitas en el continente.

Szarán, que dirigió en la ocasión a la orquesta mundial "Sonidos de la Tierra", destacó que la selección de obras y sonidos para el proyecto se llevó a cabo en el marco de un "respeto absoluto a la herencia cultural" de las misiones, que cuenta además con piezas musicales compuestas por indígenas paraguayos.

Por su parte, la ministra de la Senatur, Liz Cramer, expresó que el objetivo de las tareas emprendidas en las Ruinas de Trinidad es "atraer a la mayor cantidad de turistas que podrán disfrutar de estas maravillas no solo durante el día sino también tras la puesta del sol".

Comentó además que tienen previsto crear un centro de interpretación audiovisual en varios idiomas para facilitar el recorrido de los visitantes.

PROYECTO
La obra que conforma el espectáculo de luces, músicas y sonidos busca reconstruir la casi milagrosa integración de la cultura guaraní con el estilo barroco que trajeron los misioneros españoles que llegaron a estas tierras en el siglo XVII.

Uno de ellos fue precisamente el músico Doménico Zípoli, quien partió desde Sevilla y viajó durante más de tres meses, junto a los misioneros Nussdorfer, Lizardi y los arquitectos Bianchi y Primoli, el que construyó la Iglesia de Trinidad, para desarrollar su labor evangélica componiendo música para los treinta pueblos que formaban parte de las Reducciones Jesuíticas.

En plena selva y sin los instrumentos adecuados, logró difundir su música y que fuese interpretada hasta hoy por los paraguayos.

Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, habían asistido en 1990 en la Iglesia Mayor de Trinidad a un concierto de la Orquesta Filomúsica de Asunción y el Coro Hispanoamericano, que interpretaron diversos fragmentos de una misa de Zípoli.