En España está causando revuelo la primera operación de cambio de sexo realizada en ese país a un menor de edad.

El joven de 16 años se convirtió en el transexual más joven en la historia de ese país luego de ser operado en el Hospital Clínic de Barcelona, un establecimiento privado.

Aunque la operación se realizó hace varios días, el hospital informó la noticia recién esta semana. La intervención fue costeada por los familiares del adolescente, quien se recupera favorablemente.

El joven -cuyo nombre no ha trascendido- llevaba tiempo bajo tratamiento psicológico y tomaba hormonas para modificar el aspecto de su cuerpo, un paso previo necesario para someterse a este tipo de intervención.

También había recibido en noviembre la autorización judicial, permiso requerido en España para los menores de edad y que sus propios padres habían solicitado.

¿OPERAR O ESPERAR?
El paciente había intentado suicidarse en varias ocasiones y sufría una disforia de género desde los 5 años, es decir, "tenía una cabeza de mujer en un cuerpo que se desarrollaba como un hombre", explicó el cirujano Iván Mañero, quien realizó la operación.

El caso ha suscitado controversia entre quienes defienden el derecho al cambio de sexo y quienes creen que un menor de edad no está capacitado para tomar tan importante decisión.

Antonio Poveda, presidente de la Federación Española de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), dijo a BBC Mundo que la operación del menor representa un "avance en el derecho de las personas transexuales jóvenes a poder vivir con su identidad".

Poveda aseguró que a los 16 años una persona "evidentemente tiene claro cuál es su sexo de destino y por lo tanto tenemos que favorecer esa realidad".

Para Poveda, la mayoría de las personas transexuales ya desde la infancia -los 4 o 5 años- tienen claro si quieren ser niñas o niños. "Negar la transexualidad hasta la mayoría de edad sólo alarga el sufrimiento de los jóvenes".

La federación ha pedido que en casos de menores no sea necesaria la autorización judicial, que "en muchos casos parte de un prejuicio e impide el desarrollo de estas personas".

"EFECTO LLAMADA"
Pero en las antípodas de esta postura se encuentran quienes afirman que un adolescente no está preparado ni física ni psicológicamente para esa irreversible decisión y temen que el caso de Barcelona genere un "efecto llamada" que dispare las peticiones de menores.

"Los datos más progresistas que avalan la intervención temprana indican que sólo un 15-20% de los que se consideraban transexuales resultaron serlo después de la pubertad" dijo al diario español ABC el endocrino Antonio Becerra, profesor de la Universidad de Alcalá y responsable de una de las tres unidades de referencia sobre el tema en España.

Becerra resaltó que "esperar a los 18 años no significa no tratar" y explicó que los menores que se sienten incómodos con su cuerpo tienen varias opciones para resolver ese problema.

Uno de ellos es la castración química, un método hormonal reversible que detiene la pubertad y prepara el cuerpo para una posterior transformación total.