El anuncio del debut de Ricardo Meruane en la próxima versión del Festival de Viña del Mar no fue una sorpresa.
Porque después de varios meses de negociaciones entre el humorista y la organización del evento -que se realizará entre el lunes 21 y el sábado 26 de febrero- ayer se confirmó la participación del comediante en el certamen, sumándose así a las actuaciones de sus colegas Dino Gordillo, Oscar Gangas y Mauricio Flores.
"Lo estoy tomando con mucha humildad", confiesa Meruane a La Tercera. "Estoy preparándome mucho y estoy bien atento al juego con respecto a lo debo hacer, a la estructura del show", agrega el cómico, no sin antes aclarar que está "tranquilo y nervioso" con el desafío.
"No le tengo miedo al público, porque si lo tuviera, no estaría dedicado al humor", argumenta sobre su espectáculo, refiriéndose a los fracasos que han experimentado otros artistas sobre el escenario de la Quinta Vergara.
"Uno nunca sabe a lo que te vas a exponer, aunque tengas antecedentes de ser un buen comediante. Generalmente, estás dando el examen en el momento, a diferencia de los cantantes, porque a ellos les piden las canciones. El humor es ahí mismo", afirma.
Sobre el temido público del Festival, que en ediciones anteriores castigó a Vanessa Miller y a Oscar Gangas, entre muchos otros, Meruane analiza: "En realidad, cualquier persona se convierte en monstruo cuando lo que le venden no es lo que le prometieron. La idea es que se note que uno va con la mejor intención y bien preparado, tomándolo con la seriedad que corresponde al tipo de escenario. Pero siempre está la incertidumbre".
Y menciona que está preparado para entregar una buena rutina. "Voy a apostar por mucho chiste corto, mucha contingencia y actualidad, que es lo que me ha caracterizado siempre", adelanta.
"Generalmente estoy mostrando cosas novedosas porque la realidad es cambiante", cuenta, añadiendo que irá "tomándole el pulso a la gente" para evitar no tener éxito durante su presentación.
"Hay que jugársela, ir cambiando las cosas cuando sea necesario", destaca.
Y remata: "Si me va mal, obviamenye no me voy a sentir bien, pero hay que también tener el carácter para estar arriba y luego estar abajo. Voy a quedar con sensación de que entregué lo mejor de mi parte, pero si la gente no lo vé, más no se puede hacer".