Una riña derivada de la prolongada ingesta de alcohol fue la causa principal del parricidio ocurrido en el interior de una residencia de la población Aguas Negras, de Curicó, hecho en el que murió Juan Andrés Espinoza Flores (17) después que su hermano Cristián Ignacio Flores (18) le asestara dos estocadas con un cuchillo cocinero.

"Cada uno bebió en forma independiente y se reunieron en la habitación que compartían en el hogar familiar. Eso ocurrió durante la madrugada, cuando el menor de los hermanos, arribó más tarde y comenzó a encender y apagar la luz eléctrica, iniciándose una disputa en la que la víctima tomó un cuchillo. Esta arma le fue arrebatada por Cristián Ignacio, quien lo hirió gravemente en un glúteo y en la cavidad toráxica", explicó el subinspector de la Bicrim de la PDI de Curicó, José Oyanedel Valenzuela.

Tras su acción, el agresor, pensando que la víctima había fallecido, "salió al patio de la vivienda e intentó ahorcarse con el cordón de una soga, sin lograr su objetivo, según pudo apreciar la madre de los involucrados en el caso, una vez que arribó al lugar", precisó Oyanedel.

La mujer, en compañía de una vecina, auxilió también a Juan Andrés Espinoza, quien falleció en el hospital local, producto de la anemia aguda que sufrió por las graves lesiones.

Cristián Ignacio Espinoza Flores, fue formalizado en el Tribunal de Garantía de Curicó y se determinó su detención preventiva por cuatro meses, con el fin de completar la investigación del parricidio.