Río de Janeiro tendrá cuatro días festivos con motivo de la visita en julio del papa Francisco, quien participará en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), para facilitar la circulación de millones de peregrinos por la ciudad, según anunció hoy el alcalde, Eduardo Paes.

En una rueda de prensa, Paes señaló que encaminó a la Cámara Municipal la propuesta para decretar como días festivos integrales el 25 y 26 de julio y como parciales el 23 y 29 todo con el propósito de mejorar las condiciones de tráfico en la ciudad.

Río de Janeiro espera entre 1,5 millones y dos millones de personas en los principales actos del pontífice.

El festivo parcial propuesto para el 23 de julio comenzará a las cuatro de la tarde para facilitar la llegada de las personas a las playas de Copacabana, que tendrán el 25 y 26 una ceremonia de acogida y el vía crucis.

El 29, en tanto, las autoridades municipales prevén declarar un día festivo hasta el mediodía para descongestionar el retorno de los peregrinos que participarán, un día antes, en la misa de clausura a 75 kilómetros de Río de Janeiro.

"La medida es para la comodidad confort tanto de los habitantes de la ciudad como para los que estarán en los días de la visita y estamos hablando como si tuviésemos el jueves (25) y viernes (26) dos celebraciones de Año Nuevo seguidas en Copacabana", que cada año recibe unas dos millones de personas el fin de año, citó Paes.

La Alcaldía tiene preparado un esquema especial de tránsito, que prohíbe la circulación de autobuses particulares en algunos puntos de la ciudad entre el 19 y el 30 de julio.

De acuerdo con el alcalde, el comercio y la actividad turística funcionarán normalmente durante esos festivos municipales.

El papa Francisco tiene previsto llegar a Río de Janeiro el 22 de julio y retornar el día 28 al Vaticano.

Para Paes, el esquema de movilización urbana durante la visita papal será "más complejo" que el propuesto para los Juegos Olímpicos de 2016.

La misa de cierre de la JMJ que el papa oficiará para unos dos millones de personas el 29 de julio en una explanada, llamada "Campus Fidei" ("Campo de la fe"), está en un descampado en el distrito de Guaratiba, en los confines de Río de Janeiro, a unos 75 kilómetros de la turística zona sur.

Las autoridades establecieron dos puntos de acceso, tanto en tren como en autobuses y automóviles, a trece kilómetros del lugar y ese recorrido restante deberá realizarse a pie, por lo que se calcula que en el retorno muchos peregrinos pueden tomarse hasta unas veinte horas.