"El problema de la oposición no es Evo, es ella misma". Así de categórico se muestra Jorge Lazarte, politólogo y ex vicepresidente de la Asamblea Constituyente boliviana, ante la casi segura re-reelección del Presidente Evo Morales en los comicios del próximo 21 de octubre. Pese al elevado número de candidatos del sector, la oposición boliviana parece destinada a ser un mero espectador en estas elecciones, a la luz de las últimas encuestas.

Además de Morales, otros cuatro candidatos participan en la contienda presidencial. Se trata de Samuel Doria Medina, de Unidad Democrática (UD); el ex presidente Jorge Quiroga (2001-2002), del Partido Demócrata Cristiano (PDC); Juan del Granado, del Movimiento Sin Miedo (MSM), y Fernando Vargas, del Partido Verde (PVB). Pese a esta variedad de rivales, el candidato del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) aparece como favorito sin contrapeso para imponerse en las urnas.

Así, al menos, lo refleja la más reciente encuesta de Equipos Mori, la cual da a Morales un 54% de la intención de voto. En segunda posición, pero muy alejado, se sitúa el candidato de UD, el empresario Samuel Doria Medina, con el 14%, tres puntos menos que en el sondeo de agosto. Por su parte, "Tuto" Quiroga queda en tercera posición con un 7%, un punto más que en la encuesta previa. En cuanto al ex alcalde de La Paz y candidato del MSM, Juan del Granado, se mantiene en el 3%, mientras que el dirigente de los indígenas amazónicos, Fernando Vargas, mejora ligeramente y pasa del 0,4% al 1%.

De plasmarse esta tendencia en las urnas , Morales sería reelegido en primera vuelta. La legislación electoral también prevé un triunfo en primera ronda si el candidato ganador supera el 40% de la votación con una diferencia de 10 puntos del segundo.

En declaraciones recogidas por la prensa boliviana, el politólogo Hugo Moldiz asegura que "estas elecciones dan por cerrada la victoria de Morales y lo que está en juego es cuánto puede lograr la oposición para evitar (que el oficialismo controle) los dos tercios en el Legislativo". Tener ese quórum le permitiría al mandatario gobernar prácticamente sin oposición, elegir un nuevo Tribunal Supremo Electoral, modificar el esquema de elección de autoridades del Poder Judicial y hasta reformar la Constitución.

Para el politólogo Franklin Pareja, la pelea en la oposición se focalizará por alcanzar el segundo lugar entre UD, PDC y MSM, para constituirse en la segunda fuerza política y perfilar con esa base algunas alianzas o aglutinar en su entorno a la oposición para las elecciones departamentales y municipales de abril de 2015.

Consultado sobre la responsabilidad que se le podría achacar a la oposición ante la eventual re-reelección de Morales, Lazarte es enfático. "Nunca pudieron convencer que pueden ser gobierno. Los distintos candidatos de oposición se improvisaron y ni siquiera tuvieron tiempo para ponerse de acuerdo en qué estaban de acuerdo", comentó el analista a La Tercera.

"El problema de la oposición es que tiene aún un liderazgo que lo ata al pasado y se ha quedado sin ideas. Todo ello puede ayudar también a explicar que Morales hubiera o esté remontando su mínimo del tercio duro que tenía hace dos años", afirma Lazarte. ¿Y cuál es entonces la apuesta del sector en estas elecciones? "Es no hundirse y salvarse como sea posible", concluye.