Diego Rivarola ya se había ganado un lugar en la historia de Universidad de Chile antes de la final. Pero con el título que sumó hoy, el tercero que gana con la camiseta de los azules, terminó por cerrar un lazo estrecho con el club y los hinchas, que lo elevan al grupo de los grandes ídolos azules.
Y es que el aporte de "Gokú" en Universidad de Chile comenzó mucho antes de esta temporada, cuando terminó asumiendo que su aporte sería entrando desde la banca.
Partió con los títulos de 2000 y Apertura 2004. Con la vez que se subió a la reja del Monumental para celebrar un gol contra Colo Colo. Con todos los tantos que ha marcado contra los albos. Con un rendimiento que en tres períodos en la "U" lo tienen como el delantero extranjero más goleador en la historia del equipo.
Además, siempre tiene la frase que los hinchas quieren escuchar. Así, debió entender, no sin polémicas en un momento, que con Jorge Sampaoli todos estos antecedentes no le alcanzaban para la titularidad. Incluso, después del emocionante triunfo ante Colo Colo, con el gol que marcó en el último minuto.
Pero habló con el técnico y asumió su lugar. Y desde ahí entregó goles, entrando en el segundo tiempo. Así, fue una tradición que en cada partido la barra le pidiera a Sampaoli que pusiera al atacante. Y así, Rivarola logró ser protagonista pese a ser suplente. Algo que sólo un ídolo puede hacer.
Ahora, sólo falta saber si será la despedida perfecta, o si por algún tiempo más se seguirá escuchando el "Rivarooola, Rivarooola" cada vez que juegue la "U".