El conflicto entre Octavio Rivero y Colo Colo está lejos de acabar. A la ya conocida historia en la que el delantero uruguayo pretendía ser transferido a Belgrano de Córdoba y su automarginación del partido que los albos disputaron el domingo ante O'Higgins, se sumó la incomodidad que provocó en el Monumental la publicitada forma de negociar que llevó adelante el charrúa y su representante, Federico Pamparatto.
Al interior de la directiva que encabeza Aníbal Mosa no cayeron bien las plabaras del goleador, donde criticó abiertamente al presidente del club. "Puedo decir que dijeron una cosa y luego lo cambiaron, en la cara y eso me duele. Es la principal causa de hoy estar así. Imagínate que te mientan en la cara y luego tienes que seguir confiando en esa persona; es muy difícil", señaló el ariete, lo que generó respuesta ayer desde la concesionaria mediante un comunicado público.
"La Comisión Fútbol se reunió hoy martes (ayer) con Octavio Rivero, a quien se le manifestó el malestar de la institución frente a su actitud de solicitar su exclusión de la nómina para el partido contra O'Higgins. En esa línea, se le hizo llegar una amonestación por escrito. Por último, al faltar el respeto a nuestra institución, el señor Federido Pamparatto, representante de Rivero, ha quedado inhabilitado de sostener cualquier tipo de relación profesional con Colo Colo", señala el comunicado.
"La institución dio hoy por finalizadas las conversaciones con el Club Atlético Belgrano y velará por el cumplimiento cabal de la relación contractual vigente entre Octavio Rivero y el club", cierra el escrito.
Consultados por los alcances de la amonestación, desde Blanco y Negro señalaron: "Se trata de una amonestación por escrito, como la de cualquier trabajador de cualquier empresa, que posteriormente figura como antecedente en caso de despido". Rivero se quedará en Colo Colo, y además amonestado.