Apenas trascendió hace un par de días que la mesa de RN acordó retirar una invitación previa a los líderes de la disidencia interna -Daniel Platovsky, Carlos Zepeda y Alejandro Alvarez- para que expusieran en el consejo nacional del 26 de noviembre, las alarmas se encendieron en La Moneda.
En Palacio, donde han monitoreado de cerca la tensión interna desde hace semanas, los análisis apuntaban a que la decisión del timonel Carlos Larraín podría concretar la hasta ahora amenaza de algunos parlamentarios -como los senadores Lily Pérez y Antonio Horvath y los diputados Karla Rubilar, Joaquín Godoy y Pedro Browne- de renunciar a su militancia.
Por lo mismo, desde Palacio reforzaron en las últimas horas las gestiones que se habían iniciado en los últimos días, que apuntaban a evitar un quiebre mayor en la colectividad.
De ese modo, el titular de Interior, Rodrigo Hinzpeter, conversó con varios parlamentarios del partido. Las mismas gestiones fueron desplegadas por asesores del Segundo Piso de La Moneda, liderado por María Luisa Brahm, mientras que el ministro de Defensa, Andrés Allamand -quien asistió al almuerzo de los diputados RN el martes pasado- hizo llegar mensajes similares a algunos parlamentarios.
Incluso, algunos afirman el Presidente Sebastián Piñera reforzó estas tratativas.
Fuentes del sector dicen que desde el Ejecutivo han pedido "paciencia" a los parlamentarios disidentes, haciendo ver que la tensión en el partido afecta también al gobierno.
Ayer, el ministro Andrés Chadwick (Segegob) reconoció que en el Ejecutivo existe preocupación, aunque agregó que "es un problema de los partidos y esperamos que lo puedan solucionar con la mayor unidad posible".
Diálogos internos
En todo caso, el clima ayer en RN era de alta tensión.
Según personeros del partido, varios parlamentarios se contactaron con Larraín y con otros miembros de la mesa para preguntar si la decisión de marginar a los líderes de la disidencia seguía en pie y sondear la posibilidad de revertir la resolución.
La determinación se tomó dos días después de que la disidencia realizara un segundo encuentro público en Valparaíso, con críticas a la directiva y la asistencia de funcionarios de gobierno, como el ministro (S) del Interior, Rodrigo Ubilla.
Ante las peticiones, Larraín analizó el tema junto al secretario general, Mario Desbordes, y decidió mantener el acuerdo. "Al consejo nacional asisten los integrantes de dicha instancia: parlamentarios y miembros de la comisión política, entre ellos algunos integrantes de ese grupo", dijo el timonel, aludiendo a que ni Platovsky, Zepeda ni Alvarez forman parte de dicha instancia, pero que otros podrían hablar en su nombre.
Larraín agregó que si autoriza a un grupo específico, tendría que hacerlo también con mucha otra gente. Y que se busca evitar que la cita se convierta en un "escenario de disputa".
Ante esto, en la disidencia dijeron ayer que se reunirán este fin de semana para analizar si concretan un encuentro paralelo al consejo nacional del 26 de noviembre. El alcalde Felipe Guevara, uno de los líderes opositores y que integra el consejo nacional, dijo que aún se está evaluando si él podría ocupar el espacio entregado por la mesa para exponer.
Piñera se reúne con ministros
Hasta la casa del Presidente Sebastián Piñera, en San Damián, comenzaron a llegar anoche los ministros de su gabinete.
A diferencia de las reuniones que el Mandatario ha sostenido con ellos durante los últimos días, la cita de anoche no era de trabajo ni se revisaría formalmente el curso de las tratativas con la oposición, para destrabar el Presupuesto y el conflicto estudiantil.
Según la invitación cursada por la Presidencia, se trataba de una cena de camaradería, donde pudiese surgir un espacio de relajo y distensión, en medio de las negociaciones para la aprobación de las partidas presupuestarias.
Los secretarios de Estado, de hecho, comenzaron a ingesar a la residencia presidencial -cerca de las 22 horas- acompañados de sus respectivas señoras, quienes también fueron formalmente incluidas en las invitaciones cursadas.