Dos sesiones destinará la Comisión de Hacienda del Senado para escuchar la exposición del ministro Alberto Arenas sobre la reforma tributaria.

A las 15.30 de hoy, el titular de Hacienda abrirá formalmente el debate en el Senado, luego de que a mediados de mayo la Cámara despachara el proyecto, sólo con algunos ajustes acordados entre el gobierno y legisladores oficialistas.

La discusión, sin embargo, se iniciará con un clima distinto en su segundo trámite, luego de que sectores de la Nueva Mayoría criticaran la estrategia desplegada en la Cámara de Diputados y se sumaran a los cuestionamientos por falta de diálogo.

Uno de los primeros en tender puentes hacia la oposición fue el senador DC Andrés Zaldívar, quien también había expresado opiniones disidentes del proyecto y estableció conversaciones informales con parlamentarios de RN.

Ayer, en tanto, fue el turno del senador RN Andrés Allamand, quien formalizó la disposición de su colectividad a buscar un acuerdo amplio en torno a la reforma tributaria.

"Nosotros tenemos la mejor voluntad para, en este segundo tiempo del proyecto, contribuir en el Senado a perfeccionar y mejorar sustantivamente la reforma tributaria", aseguró Allamand a La Tercera.

El senador, además, sostuvo que la tramitación de la iniciativa en el Senado se transformará en "un test respecto de la actitud que va a tener el gobierno en relación con todos los cambios estructurales que plantea, y también será una prueba respecto de la actitud de la oposición hacia el Ejecutivo".

Fuentes de esa colectividad señalaron que hay senadores en sus filas dispuestos a aprobar la idea de legislar e incluso apoyar temas como el alza de impuestos a un 25% a las grandes empresas y eliminar el Fondo de Utilidades Tributables (FUT), a cambio de establecer un mecanismo que haga diferencia entre lo que son las utilidades retiradas y las utilidades reinvertidas. Ambos puntos son parte del llamado "corazón de la reforma", que a juicio del gobierno no pueden ser tocados.

En este escenario, los senadores RN acordaron esperar la exposición de Arenas y pedir luego un encuentro con el ministro de Hacienda para entregarle propuestas.

"Nos gustaría mucho decirle al ministro, los seis senadores de RN, lo que estamos pensando y pedirle que rectifique oportunamente el proyecto, por el bien de la economía chilena", dijo José García, quien agregó que tenemos "la mejor disposición y nos gustaría mucho votar a favor de la idea de legislar", siempre y cuando el Ejecutivo corrija la reforma.

"Es mucho más fácil avanzar en la línea de los consensos si cada cual no se atrinchera en definiciones instrumentales. Lo que estoy diciendo en concreto es que, más allá de que se elimine o reemplace el FUT, lo importante es que haya mecanismos que incentiven el ahorro", explicó, por su parte, Allamand.

Entre los planteamientos de RN figuran -además del matiz entre utilidades reinvertidas y retiradas- los incentivos al ahorro, tener una política diferenciada a las pymes y regular de otra forma el tema de las viviendas, la renta atribuida y las nuevas facultades del SII.

PASOS DEL GOBIERNO

Luego de los acercamientos de Zaldívar, desde el Ministerio de Hacienda también han realizado algunas llamadas telefónicas a senadores de RN, así como a Lily Pérez (Amplitud) y Hernán Larraín (UDI), quien hasta el momento es el único que ha pedido un encuentro con Arenas para presentarle propuestas.

Fuentes de gobierno dicen que Arenas está abierto a realizar perfeccionamientos. De hecho, Hacienda ya tiene listo un paquete de indicaciones que serán ingresadas para generar incentivos al ahorro y la inversión, temas que la Alianza ha pedido. Además, en el gobierno dicen estar dispuestos a revisar el tema de la renta atribuida (que, a juicio de la oposición, sería inconstitucional) y la retención del 10% de utilidades que corresponden a los dueños de cada empresa.

No obstante, la flexibilidad del Ejecutivo tiene un límite. En ningún caso los perfeccionamientos de la reforma deben alterar su diseño básico, que implica eliminar el FUT, subir los tributos de las empresas y lograr la meta de recaudación de US$ 8.200 millones, entre otros puntos.