El recinto fue recepcionado el viernes pasado y el alcalde, Bernardo Berger, manifestó su repudio a los dos delitos cometidos.
"Es realmente lamentable este robo con destrucción. Aquí lo único que se ha dañado es a las propias familias y a los niños que viven en este sector, puesto que la sala cuna venía en ayuda de ellos, y hoy está en condiciones que la hacen poco probable de ocupar", sentenció el jefe comunal.
Además señaló que el primer robo ocurrió el sábado pasado y la obra fue recepcionada por el municipio apenas un día antes, el viernes y, por lo tanto, no tenía aún seguros comprometidos.
Esta vez el inmueble sufrió la rotura de su infraestructura y la sustracción de parte de sus instalaciones, entre ellas todo el sistema de calefacción, incluidos los cañones, calefonts, válvulas y red de cañerías de gas, llaves de los jardines, destrucción de vidrios y termo-paneles, entre otras especies.
Ante la situación, el municipio presentó la denuncia ante Carabineros y los tribunales con el objetivo de perseguir a los malhechores. Las sustracciones de cañones, cañerías y vidrios generó inundaciones interiores que dejaron el proyecto inutilizable por ahora y esto impedirá la puesta en marcha del servicio como estaba presupuestado.
"Lo más triste es que ésta era una obra que iba en directo beneficio de las personas y familias que colindan en el lugar. Dañaron a los niños y las oportunidades que éstos tenían de superar la pobreza. Por eso hago un llamado a los vecinos a que se atrevan a denunciar con fuerza a los culpables, pues no es difícil suponer que deben haber habido testigos del hecho por la hora presumible de ambos atracos", sostuvo el jefe comunal.