¿Se mejora el tema de las sanciones?

Hay dentro del catálogo de sanciones actualmente un alto grado de discrecionalidad para la aplicación de las sanciones. Y esto ha sido complejo ya que hasta hace poco tiempo no se veía el regulador en la necesidad de una justificación muy explícita de por qué graduaba la multa. Hoy la ley que aplica a la CMF pondera la graduación y establece con detalle en qué se debe fijar en la aplicación de la multa. Esto es una reacción frente a un caso en que se cuestionó una multa en el TC por falta al debido proceso.

¿Pero el hecho de que sean varios los que revisarán esa sanción le da mayor fuerza?

Cuando un superintendente es juez y parte, la probabilidad de que se cometan infracciones al debido proceso son mucho más altas. Varias sanciones que aplicó la Superintendencia fueron revertidas en tribunales por eso, ya que no estaba definido cómo se actuaba.

¿Es un cambio importante cómo se investiga ahora?

La CMF hoy tendrá una unidad de investigación especializada y con cierta autonomía interna para las investigaciones y llevar los casos frente a la comisión que es la que finalmente decide. Este fiscal tiene características parecidas a las del fiscal nacional económico, por ejemplo, tener acceso a medidas intrusivas, medidas muy fuertes desde el punto de vista del derecho de las personas. Yo creo que el sello que dicte el primer fiscal será importante. Si tenemos un fiscal que le guste ser protagonista y salir en las noticias se corre un riesgo. La Comisión tendrá que tener ojo, para que sea serio, técnico y especializado.

¿Tendrá que estar atento entonces el mercado?

Será interesante para el mercado ir conociendo no solamente cuál es la decisión final, sino cómo se llega, como se vota. Eso va dando señalando cómo van la cosas y permite optar por criterios que los regulados tienen que tomar respecto de cómo se ven un órgano colegiado, que es distinto de un ente unipersonal.