Roberto Gutiérrez (34) se ilusiona. Su gran actuación en el clásico universitario, donde anotó dos goles, le da derecho a soñar con la titularidad definitiva en Universidad Católica, la que ha estado en poder de Santiago Silva hace meses.
¿Le ha afectado mucho su poca continuidad?
Creo que ha sido el torneo más complicado de mi carrera, porque estar fuera ha sido netamente por un tema de decisión técnica y no de lesiones. He estado a la par de mis compañeros. Sólo falté en la primera fecha, ya que venía saliendo de una lesión del año pasado.
¿Cuesta asumir la suplencia?
Es complicado, pero uno con el tiempo entiende las reglas del juego. Hay compañeros que ni siquiera son citados, como también me pasó a mí. Esto es así. Me tocó marcarle el sábado dos goles a la U y, claro, a lo mejor hay muchos que ahora se acuerdan de mí y dicen 'Roberto Gutiérrez tiene que jugar, viene haciendo las cosas bien'. Pero resulta que hace dos meses nadie hablaba de mí. Estaba en el olvido. Entonces, uno tiene que trabajar silenciosamente. No me ha tocado jugar mucho y en los momentos en que se me ha dado la posibilidad, he podido responder.
¿Cómo fue su trabajo silencioso?
En los momentos en que no estaba jugando o que no estaba citado, me quedaba a entrenar un poco más, me cuidaba en el tema de las comidas, tenía que hacer cosas que hoy por hoy han sido buenas para mí y que demuestran que en ese período trabajé de buena forma.
¿En algún momento decayó anímicamente?
Al principio fue complicado. Es difícil darte una receta. Se sufre, porque a mí no me había tocado convivir con esta situación. Yo me refugio en mi señora, mi hija, la familia de mi padre, mis tíos, mis primos. Busqué una válvula de escape y la encontré en mi familia. Han sido mi motivación para seguir luchando día a día y no bajar los brazos cuando lo he pasado mal.
¿Habló con Mario Salas al respecto? ¿Le pidió explicaciones? ¿Se las dio él?
No, no. Una vez conversé con Mario, porque él antes de terminar un torneo me hizo saber algunas cosas, pero ni a él ni a ningún otro entrenador le he pedido explicaciones de por qué no juego. Tengo que ser bastante respetuoso del trabajo de ellos. Tengo que ganarme mi espacio con trabajo y entrenamiento. Esa es mi labor.
¿Cree que se ganó su espacio con los goles ante la U?
Es que no soy quién para decidir si me lo he ganado o no. Lo que sí, tengo que seguir luchando para ser una alternativa para el cuerpo técnico. He hecho las cosas bien cuando me ha tocado y de la manera en que me lo han pedido. Ellos tomarán la decisión de quién juega y quién no.
¿Cómo ha vivido esta competencia con Santiago Silva?
Sea Santiago o la persona que sea, hay que dejar de lado el nombre. Hay que ponerse más en la situación del jugador de fútbol. Todos sabemos las condiciones que a veces nos toca enfrentar y eso es indudable. Uno acepta las reglas del juego, sabe como son. En algún momento me tocó a mí ir a otro equipo de refuerzo y también tenía que jugar al principio. En este caso, de lo que tengo yo con Santiago e incluso con David (Llanos), que estamos en la misma posición, creo que es una lucha sana por jugar. De Santiago tengo puras palabras de agradecimiento... Por como es, por como ve el fútbol, por lo que te transmite, el apoyo que te da. Estoy muy agradecido de que sea mi compañero. Lastimosamente en este sistema de juego de Mario, juega uno y tendremos que ver quién es la persona que le toque.
¿Pueden jugar juntos con Silva?
El partido que nos tocó jugar con Unión Española no lo hicimos mal. Perdimos, pero no creo que haya sido por el sistema de juego que tuvimos. Hubo varios errores nuestros que nos llevaron a perder. No fue un partido malo y nos vimos bien, pero no soy quién para determinar si podemos o no jugar juntos. Es decisión de Mario Salas.
¿Le ilusiona el tricampeonato?
Ha sido bien cambiante el torneo en las últimas semanas. Muy irregular para todos los equipos y eso ha conllevado a una lucha en la parte alta y la baja. Hoy nos vemos con la posibilidad, aunque no depende de nosotros. Así como está el torneo, no es descabellado ilusionarse. Mientras tengamos las posibilidades matemáticas, seguiremos luchando.
¿Con cuál de sus dos goles ante la U se queda?
Con el segundo gol. El 2-1 nos dio tranquilidad, después salió rápido el 3-1 que fue un mazazo.
¿Es un jugador clasiquero?
Es que a todos nos gusta jugar todos los partidos. Gracias a Dios en la parte física me siento muy bien y eso me da la posibilidad de hacer cosas que otras veces no hacía. Me puso contento que gente que no ha tenido tanta participación, como yo, como Christian (Bravo), el Chiqui (Cordero), el mismo Franco (Costanzo), hayamos estado a la altura de lo que es esta institución.
¿Se sienten el equipo B?
Nunca nos hemos sentido así. Es un tema más de ustedes como prensa. Claramente queremos jugar todos los partidos y queremos estar en los más importantes.
¿Cómo vislumbra el partido de mañana ante Flamengo?
Será duro, contra una potencia sudamericana, donde tenemos la chance de clasificar. Tenemos confianza de que podemos traernos los tres puntos, por qué no. Sabemos también que un mal resultado combinado con un buen resultado de Paranaense nos puede dejar automáticamente eliminados.
¿Los complica esa presión?
Convivir con las presiones en el fútbol es parte del día a día. Hay que saber canalizarlas. Salgo de mi casa con la presión de poder llegar al entrenamiento a una hora determinada. Si no llego, tengo una presión porque voy atrasado, porque me pasan multa y cosas así. En este caso, está la presión de ir a jugar al Maracaná contra un equipo poderoso y donde un paso en falso nos puede dejar sin la clasificación.
¿Alguna vez ha convertido en el Maracaná?
No, nunca, será primera vez que juego en el Maracaná. Esperemos que sea histórico. Como persona me voy poniendo sueños día a día. El sueño de esta semana es ganar en el Maracaná, convirtiendo el gol del triunfo.
¿Le gustaría ser titular ante Flamengo?
A todos nos gustaría ser titulares, no sólo ante Flamengo, sino que todos los partidos.
Termina contrato en junio, ¿Ha conversado sobre su renovación?
Uno sabe cómo se manejan estos temas cuando a uno ya le va quedando poco tiempo. En este caso no se me ha acercado nadie de Cruzados para manifestarme la intención de renovar el contrato, pero puede llegar en cualquier momento. Me gustaría continuar en la institución y por qué no terminar mi carrera en Universidad Católica.
¿La UC no ha confiado lo suficiente en usted, fichando delanteros y no renovándole aún?
Independientemente de quién llegue, no podría decir que la gente de Católica no ha confiado en mí. Católica ha confiado en mí siempre y me ha dado todo el cariño y muchas oportunidades. Sería una falta de respeto decir lo contrario.