Roberto Gutiérrez ingresa a la sala de prensa del estadio San Carlos de Apoquindo. Al hacerlo, parece sorprendido por la cantidad de gente que lo espera. La expectación mediática es considerable. Son las 14.05 y los más de 30 grados de Santiago, se multiplican al interior del salón.

Gutiérrez luce feliz. No esconde la sonrisa cuando posa con la camiseta franjeada. "Vístela con orgullo", se lee en el pecho de la polera. Mientras el delantero es enfático: "Estoy muy feliz de volver a mi casa", dice, al oficializarse su cuarto período en el club.,

La historia del Pájaro y el equipo de Las Condes está llena de altos y bajos. En 2003 fue promovido al primer equipo cruzado, pero recién un año más tarde se estrenaría en el profesionalismo. Hincha cruzado confeso, el Pájaro comenzó a desarrollar una promisoria carrera. Rápidamente partió a México, buscando posicionarse internacionalmente, sin embargo tras fracasar en su paso por Cruz Azul, el ariete volvió a la tienda estudiantil para disputar el Clausura 2006 y al torneo siguiente, el Apertura 2007, completaría una de sus primeras buenas temporadas, anotando 8 goles en un total de 19 partidos.

Luego, volvió a México a probar suerte en Tecos, pero regresó a Chile para jugar primero por Everton y, después, retornar a la UC. En su regreso, volvió a ganarse el cariño de los hinchas -para algunos, incluso, erigiéndose como ídolo- con los 14 goles que anotó en la campaña de Universidad Católica campeón en el torneo nacional 2010, el último título de la institución.

Todo parecía perfecto para Gutiérrez. Sin embargo, luego del Apertura 2011, el jugador partió a Colo Colo tras una serie de conflictos con los directivos cruzados de la época.

Los hinchas hablaban de traición y, tras el enfrentamiento entre albos y cruzados en el Clausura 2011, en el que el jugador fue duramente insultado durante todo el partido por la parcialidad universitaria, éste escribió en su cuenta de Facebook: "Terminé de decepcionarme de la UC. Se olvidaron de todo lo que les di. Ahora me declaro más hincha del Popular que nunca... Me pifiaron y me cantaron. Fueron 50. Me da pena por algunos que apoyaron esos cantos, pero los que me apoyan, que son del Cacique, son millones, así que, lástima, somos más". La guerra parecía desatada.

No obstante, las vueltas del fútbol transformarían al nacido en Curacaví nuevamente en figura y la UC, dejando de lado el pasado, lo volvió a llamar para buscar un nuevo título.

"Cualquier cosa que se haya dicho o haya pasado está olvidada. La UC es mi casa, e independiente de la forma en que haya salido del club antes, mi prioridad siempre fue volver", dijo el jugador, dejando en claro que no hay rencores. Lo propio hizo Luis Larraín. El timonel cruzado expresó que "Roberto está en su casa y esperamos poder gritar muchos de sus goles".

Cinco hinchas saludan a Gutiérrez al salir a la cancha para seguir posando. Lo instan a ganarlo todo. Él sólo levanta el pulgar. Con la UC suma 47 goles en 116 partidos, pero ahora cree que "sólo hay que vivir del presente. Lo único que quiero es obtener el título y devolverle la alegría a la gente". Ya no hay conflictos ni críticas. Por ahora, sólo hay buenas intenciones.