Pasan los días y en el gobierno siguen analizando la baja que registraron los delitos de mayor connotación social. Esto con miras a fomentar políticas para que la reducción de los robos y homicidios, entre otros ilícitos, se mantengan. Sin embargo, hay uno que, lejos de disminuir, ha tenido un importante aumento en comparación con el año pasado: la sustracción o intento de robo a cajero automático.
Según información proporcionada por la Subsecretaría del Interior, en lo que va del año se han producido 221 ataques a dispensadores de dinero, es decir, 83 más que en 2015, cuando hubo 138, lo que configura un alza del 60%.
El subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, añade que 71 de los robos de este año se consumaron, mientras que 150 fueron frustrados "gracias a las medidas implementadas por la banca para la protección de estos".
Respecto de las causas que explican el alza, la autoridad señala que las técnicas delictuales mutan y se adaptan a las medidas de seguridad que se van implementando.
"Es necesario recordar que este fenómeno ha sostenido variaciones en el modus operandi a través de los años: si entre 2008 y 2012 la principal forma de acción se ejecutaba a través del uso de lazos y oxicorte, desde 2013 a la fecha, las bandas criminales han optado por atentar contra los dispensadores por medio de un sistema de saturación por gas", explica Aleuy.
La apreciación es compartida por el director de Seguridad Privada y Control de Armas de Carabineros, general Juan Irigoyen.
"El delincuente va evolucionando. Mutaron del oxicorte a la saturación por gas y este año hubo un incidente donde estuvo involucrada una retroexcavadora, porque siempre buscan un punto débil", sostiene la autoridad policial.
No obstante, destaca que la coordinación entre el gobierno, las policías y la banca ha servido para que, independiente del alza registrado en los ataques, los delincuentes no puedan sacar el dinero.
"Los 150 robos frustrados demuestran que empotrar los dispensadores, ponerles fundas blindadas y la instalación de pilotes da resultado", subraya Irigoyen.
Sobre el perfil de los delincuentes, recalca que en su mayoría son adultos. "Este año hemos aprehendido a 45 personas por robos a cajeros automáticos", dice el uniformado. Aleuy complementa esta información : "De 2012 a la fecha se registran 227 detenciones y uno de ellos tiene 51 aprehensiones en el mismo lapso".
Mejorar coordinación
Desde la Subsecretaría del Interior reconocen que el tema les preocupa y que están trabajando para enfrentar este aumento. "Es clave mantener la coordinación con los bancos para seguir potenciando las medidas de seguridad establecidas en el decreto 222", explica Aleuy.
Y añade: "A la fecha, todos los bancos han cumplido con lo que establece dicha normativa, es decir, implementar, a esta fecha, medidas de seguridad para el 70% de los cajeros automáticos. El desafío ahora es propiciar que dichas medidas se apliquen en un 100% de los dispensadores a la brevedad".
En ese contexto, el subsecretario agrega que "del total de dispensadores afectados en 2016, un 46% se cometió en contra de aquellos que aún no cuentan con medidas de seguridad".
Sin embargo, desde la oposición, el senador RN Alberto Espina cree que si los robos han aumentado es por falta de coordinación.
"Obviamente, si hay un aumento en ese tipo de delito, es porque hay una mala labor de prevención, que es fruto probablemente de la descoordinación que existe entre las policías y las fiscalía, ya que no hay ninguna excusa que justifique que, sabiendo dónde están los cajeros, no existan las medidas de custodia que se deben aplicar", afirma el congresista.
Para el senador por La Araucanía, la responsabilidad del alza de robos en los cajeros automáticos es también de las autoridades de gobierno.
"Si hay un aumento de los robos, la responsabilidad directa corresponde a las policías, que no fiscalizan ni resguardan los lugares donde están los cajeros, y eso es producto de la falta de fiscalización con que actúa la autoridad política", recalca Espina.