Será el biólogo encargado de analizar cada detalle de la composición marciana en terreno y tendrá, incluso, la capacidad de explorar bajo la superficie, hasta dos metros de profundidad.

El robot ExoMars, uno de los elementos clave de la misión europea al planeta rojo, pasó su primera prueba en una zona de canteras ubicada al sur de Inglaterra, que fue escogida debido a su similitud con Marte.

Allí, los ingenieros y científicos que lo diseñaron sometieron a prueba su visión estereoscópica y su capacidad de desplazamiento, dos elementos fundamentales para este "científico" artificial que deberá recorrer el planeta para buscar rastros de vida. Se estima que su trabajo será también fundamental para preparar futuras misiones humanas a la superficie marciana.

Los planes de la Agencia Espacial Europea (ESA) son lanzar este robot a bordo de un cohete estadounidense en 2018. Una vez en Marte, podrá desplazarse de manera autónoma utilizando software y sensores ópticos a bordo, de modo similar a los rovers estadounidenses Espíritu y Oportunidad.