Searching for Sugar Man
Desde su estreno el año pasado en el Festival de Sundance, este documental del sueco Malik Bendjelloul fue acumulando elogios y admiración, al punto de que ahora es la gran favorita para llevarse la estatuilla. Ganadora del pasado Festival In-Edit, se centra en la misteriosa y particular historia de Sixto Rodríguez, una especie de Bob Dylan de raíces latinas que grabó un par de discos ignorados en los años 70, para luego desaparecer totalmente del mapa. Lo increíble es que, nadie sabe cómo, un disco llegó a la Sudáfrica del apartheid y se convirtió en una voz generacional que peleaba los primeros lugares de los rankings con The Doors o Led Zeppelin. Con un final emotivo y casi milagroso, el éxito de la película también ha servido para reflotar, y con justicia, la carrera de Rodríguez.
The Invisible War
Según esta cinta del norteamericano Kirby Dick, las mujeres que van a la guerra tienen más posibilidades de ser violadas por un compañero que de morir en combate. Una dura denuncia, que es la base de un documental de aquellos que buscan remecer conciencias sobre un tema poco explorado, en este caso, más bien ocultado. Son las mismas ex reclutas las que van contando sus experiencias y lo que vieron dentro del Ejército estadounidense, algo que la cinta apoya con abundante estadística, como la que señala que sólo el ocho por ciento de las denuncias son investigadas, y son muchas menos aquellas que llegan a alguna conclusión o condena. Un filme de un realizador que ya había postulado a esta misma categoría el año 2005, con Twist of faith, otro polémico documental, sobre un joven abusado sexualmente por un sacerdote católico de Ohio.
How to Survive a Plague
En un estilo más épico que de denuncia, esta cinta retrata la labor de dos agrupaciones: ACT UP y TAG (Treatment Action Group). Dos históricas organizaciones que lucharon en los años 80 y 90 contra la desidia del gobierno de Estados Unidos y la industria farmacéutica para frenar el avance del virus del sida. Usando entrevistas a los líderes y abundante material de archivo, donde se ven las incansables marchas y debates que se generaron en su momento, el filme dirigido por David France va articulando cómo estas organizaciones fueron poco a poco quebrando los juicios de estar frente a una plaga incurable, para llegar a un panorama actual en donde, con los tratamientos y cuidados necesarios, el sida es una enfermedad controlable. Una crónica entusiasta de cómo un movimiento social bien articulado puede apurar la innovación científica.
5 Broken Cameras
El 2005 un agricultor palestino llamado Emad Burnat compró su primera cámara casera para grabar a su hijo. Pero también comenzó a registrar la resistencia del pueblo donde vive -llamado Bil'in- contra la ocupación israelí. Las violentas redadas terminaron rompiendo su cámara. Se compró otra, que también fue quebrada en un allanamiento. Así, acumuló cinco cámaras rotas (como señala el título), pero guardó un material que finalmente descubrió y armó el israelí Guy Davidi. Un documental señalado como impactante y emotivo por la crítica, dado lo personal del registro. Justamente ayer, Emad Burnat marcó la primera polémica de estos Oscar: fue detenido en el aeropuerto de Los Angeles junto a su familia. Según Michael Moore -quien apoya el filme en EE.UU.-, "la policía no podía entender que un palestino estaba nominado al Oscar".
The Gatekeepers
Es otra de las que suenan con fuerza para ganar esta categoría. Acumula premios como el de la Asociación de Críticos de Estados Unidos, que la eligió el Mejor documental del 2012. Dirigida por el israelí Dror Moreh, reúne a seis ex miembros de la Shin Bet, el servicio de inteligencia y seguridad de Israel. Pero no son funcionarios de medio pelo, sino que fueron los directores de la institución en los últimos 30 años. Con una convicción tan perturbadora como sincera, defienden los métodos implantados para la lucha contra el terrorismo y los hechos históricos que enfrentaron. "En la guerra contra el terror, olvida la moral. Busca esa moral en el terrorista primero", dice uno de ellos. Para la crítica de The New York Times Manohla Dargis, es la mejor película del 2012, "sea documental o no", señaló.