Antes de convertirse en el técnico de Tigre, el último equipo de Rodolfo Arruabarrena como jugador fue Universidad Católica. El "Vasco" no participó mucho en la cancha, pero terminó siendo un baluarte en el camarín del equipo que obtuvo el título de 2010.
"Estoy muy agradecido del club. Encontré un grupo especial, bárbaro, que disfrutaba dentro como fuera del campo. El campeonato fue el postre de un año difícil, sobre todo después de la derrota ante Colo Colo", recuerda el ex defensa de Boca Juniors a La Tercera.
Usted está entre los principales candidatos para ser el futuro técnico de la UC. ¿Qué le parece?
Si mi nombre surgió, sólo me queda agradecerles a los hinchas y a los dirigentes, pero en estos momentos estoy pensando en hacerlo bien en Tigre. Es un orgullo, porque llevo un año y pocos meses como técnico. Si bien los resultados me han ayudado, soy de los entrenadores que piensan que los jugadores hacen bueno o malo a un DT.
¿Le seduce la posibilidad de volver a Chile para dirigir a Católica?
Sí, sí, seguro que me seduce, porque uno conoce el club y sabe de la trascendencia y la importancia que tiene Católica a nivel sudamericano.
¿Cómo es su relación contractual con Tigre?
Tengo vínculo hasta diciembre, pero tengo una cláusula. Es conversable. Ahora sólo pienso en salvar del descenso a Tigre. Después de junio se analizará todo.
¿Ha seguido la actualidad de la UC desde que dejó el club?
En las últimas semanas no tanto, pero sí a lo largo de este semestre y el año pasado. Fui a ver los dos partidos con Vélez Sarsfield, por Copa Libertadores y Copa Sudamericana. Cuando asumió Mario Lepe, también lo estuve siguiendo.
¿De qué forma se define como entrenador? ¿Cómo le gusta que jueguen sus equipos?
Los que fueron compañeros míos saben que para mí es muy importante el grupo. Si el grupo está bien, compacto, es mucho más fácil lograr los objetivos. Me gusta armar buenos grupos y que tiren para adelante. Eso es fundamental. Por otro lado, creo que un equipo tiene que estar preparado para todo. Lo principal es tener la posesión de balón y formar sociedades en la cancha. Después ver qué clase de jugadores tienes. Me gusta ser protagonista, ser superior. Evidentemente, en un partido es importante el equilibrio y saber defender también. Es fundamental demostrar carácter. A los chicos en Tigre les digo que tengan sentido de pertenencia a lo que estamos viviendo, pero no miedo de poder jugar, de disfrutar. La parte mental, de la cabeza, es muy importante.
¿Qué tal ha sido su experiencia como adiestrador de Tigre, donde, curiosamente, lucha por salvarse del descenso y también por el título?
El torneo está ahí, parejo, estamos en la parte alta, cuartos en la tabla, y seguir arriba es el objetivo. Si bien estamos peleando el campeonato, no nos podemos desviar de la tarea principal, que es mantener la categoría. Ya nos sucedió el torneo anterior: éramos el único equipo que podía alcanzar a Boca Juniors y perdimos tres partidos. Lo importante es que hemos demostrado que no somos ni más ni menos que nadie. Ha sido virtud del equipo