Para el cotejo ante Huachipato, Rodrigo Gattas no fue considerado por Marco Antonio Figueroa y fue a ver a sus compañeros de Cobreloa al estadio. Cerca del final del partido, el delantero protagonizó un incidente por el que estará 30 días sin poder ir al estadio.

"Vi el partido desde la tribuna, donde estaba con mi polola y un poco antes de que finalizara me dirijo al camarín, momento en que un hincha me grita insultos al oído, forcejeamos, después llegaron unos compañeros y nos separaron. Siempre ha pasado que los hinchas te buscan y no de las mejores maneras, ahora reaccioné y siento que salgo perjudicado sólo por defenderme", dijo el ex Unión La Calera al sitio del Sifup.

Gattas se fue a la comisaría y dialogó con el hincha que lo increpó, Joaquín Bórquez: "Él me pidió disculpas por lo que hizo y reconoció que yo no le pegué a su hijo como había dicho".

Al ariete, aparentemente, los hinchas de Cobreloa no le tienen mucho cariño por unos dichos en los que denigraría a la ciudad. "Por ningún motivo esa fue mi intención, al contrario, estoy agradecido de la institución, lo que ocurrió fue una broma de un amigo por una situación puntual y nada más", afirmó.