-¿Cuál es su evaluación del debate?
-Marcó el sentido de esta elección: pasado o futuro. Los ciudadanos deben elegir entre un candidato que ya fue Presidente, que gobernó por seis años y que no lo hizo bien en temas fundamentales, como educación, salud, delincuencia, y un candidato que se ha preparado por años y que pide una oportunidad para el cambio.
-¿Cree que hubo buen trato entre ambos?
-Sí. Sebastián Piñera lo hizo extraordinario, pero tengo palabras de mucho halago y mucha satisfacción por la actuación de Frei. Creo que ambos estuvieron esta vez a la altura.
-¿Cuál fue el punto más fuerte y el más débil de Sebastián Piñera?
-Sebastián mostró un extraordinario manejo de los problemas y de las soluciones, de las cifras, de todos los conflictos que realmente angustian a los chilenos y cuando uno se da cuenta que va a tener un Presidente que se ha preparado de esa manera, los chilenos podemos irnos a dormir más tranquilos, porque tenemos una persona que conoce cómo solucionar aquellos aspectos que todavía han quedado rezagados en nuestra sociedad. ¿Punto débil? No lo sé. Estuvo bien.
-La apuesta en su comando era que se marcara con nítidez quién era el próximo Presidente. ¿Cree que se logró?
-No voy a sostener que Sebastián va a ser el próximo Presidente si no hasta que se haya realizado la elección. Es un acto de soberbia creer que Sebastián ya está elegido, sin perjuicio de lo cual naturalmente uno tiene que confiar en que el apoyo en primera vuelta le va a permitir ganar en segunda vuelta.