Jugó al vóleibol durante años en Europa como Rodrigo Pereira de Abreu. El pasado fin de semana logró hacerlo al fin como Tiffany. Ocurrió el pasado domingo en la Serie A-2 femenina italiana. La transexual brasileña, tras un tratamiento hormonal, fue aceptada reglamentariamente como mujer.
Con 32 años, Rodrigo destacó como lanzador en Portugal, España, Francia, Holanda, Indonesia y Bélgica, gracias a su 1,94 metros y su oportunismo frente a la red. Sin embargo, no era feliz. Se sentía acorralado en un cuerpo de hombre sin poder reflejar su verdadero espíritu.
Y si bien era reconocida su inclinación femenina, siempre debió luchar por su aceptación. Por eso buscaba estar en países donde la tolerancia estuviera mucho más desarrollada en sus sociedades.
Cansado de esta dualidad y de una constante lucha interna, inició un tratamiento hormonal mientras jugaba en Ámsterdam. Esto también afectó su juego, ya que disminuyó su poder ofensivo, algo que lo obligó a adaptar su estilo, aunque al final del procedimiento ya no podía estar al nivel de juego de sus compañeros.
"Mi transición comenzó en 2013. En ese momento no sabía que podía jugar con mujeres. Yo estaba totalmente desinformada, pero mi representante me dijo: 'Cuando termines tu transformación, necesitarás cambiar tu documentación. Ahí te convertirás automáticamente en mujer y podrás jugar en una liga femenina'. Yo, sabiendo que estaba en ese proceso, pensé: '¿por qué no intentarlo?'", relató.
En Bélgica, a pesar de que las hormonas hacían claro efecto, la burocracia la obligó a continuar jugando en la liga masculina, aunque su juego fuera muy distinto al que tenía anteriormente. Un verdadero sufrimiento.
Cuando terminó su proceso, dejó de ser Rodrigo y se convirtió en Tiffany. Ahí, su agente la acompañó en su nueva lucha. Debía lograr que la Federación Internacional de Vóleibol la reconociera como mujer y le permitiera disputar campeonatos femeninos. Una situación que por fin cambió esta semana, ya que fue autorizada a participar en la Liga A-2 femenina de Italia, con la camiseta de su nuevo equipo, el Golem Palmi.
El domingo hizo su debut en el triunfo por 17-25, 25-16, 25-22 y 25-23 sobre el Delta Trentino, donde anotó 28 puntos, siendo elegida la mejor del partido. Impuso su físico. Una sonrisa de alivio acompañó su rostro. El gimnasio entero la aplaudió de pie. Luego recibió un ramo de flores y un mensaje de felicitación de parte del presidente de la Liga Italiana, Mauro Fabris.
Sus nuevas compañeras también la apoyaron. "Las chicas del equipo me han acogido muy bien, desde el primer momento me han tratado como a una hermana. Para mí es muy importante este recibimiento. No tengo nada de diferente. Ellas me tratan sólo como una jugadora y no como ua jugadora trans que vino. La única cosa que tengo de especial es que voy a ayudarlas. Estamos siempre juntas, que es lo importante", expresó.
Eso sí, Tiffany no es la primera transexual en una competencia en Italia. Antes de ella estuvo Alessia Ameri, quien hace un par de años pudo debutar en la liga. La pionera, quien también triunfa como modelo de alta costura, sufre de síndrome de Morris, que es la feminización testicular completa. Es decir, un tipo de pseudohermafroditismo, en el que se tiene el genotipo de un sexo, y el fenotipo (aspecto) del otro.
En España, Antía Fernández pudo defender sin problemas los colores del Calasancias de A Coruña de la segunda división femenina. Su incorporación se transformó en un hito, pues fue la primera transexual que participaba allí en un deporte olímpico.