Muy temprano ayer, Jorge Rodríguez Grossi llamó al hasta ese entonces ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, quien se aprestaba a acompañar a la directora del INE en la divulgación de las cifras del Censo, para informarle que sería su sucesor, de acuerdo con lo definido por la Presidenta Michelle Bachelet la noche anterior.

Aún así, tras jurar por segunda vez en su carrera como secretario de Estado, Rodríguez Grossi reconoció que no esperaba el nombramiento. "Es una gran sorpresa para mí volver al Ministerio de Economía después de muchos años, y hacerme cargo de temas que conozco -algunos- y otros que no. Me tengo que informar y espero hacerlo lo mejor posible para el término de este período presidencial", aseguró.

Sin embargo, recordó que "con el ministro (Nicolás) Eyzaguirre ya fuimos equipo económico hace algunos años, y espero que nos vaya muy bien en este caso", catalogando que "se está dando la señal de que hay buenos recursos humanos para desempeñarse como ministros, y hay dos nuevos ministros económicos que ya fueron ministros en momentos muy buenos también".

Por ello, no dudo en prometer resultados positivos. "Espero que mejore el desarrollo económico, espero que afecte para bien. Es un buen equipo económico, usted va a ver que va a dar buenos resultados", comentó a la prensa. Con Ricardo Lagos como presidente, Rodríguez Grossi fue triministro de Economía, Energía y Minería.

Confianzas

Dada su trayectoria, Rodríguez Grossi es reconocido y genera confianza desde el sector privado. Y es que a sus 69 años, el experimentado académico ha participado en directorios como el de AES Gener -incluso siendo presidente ejecutivo de la central hidroeléctrica Alto Maipo- y en el de BancoEstado, entidad en la que hasta ayer era su presidente (según el banco lo sucederá temporalmente Enrique Marshall).

Quizás uno de sus momentos más polémicos, fue en relación al proyecto de fabricación de aluminio en Aysén "Alumysa", de la firma canadiense Noranda, sobre la cual Rodríguez Grossi se declaró a favor enfáticamente, incluso por sobre las visiones del oficialismo.

Una vez asumido como sucesor de Céspedes, insistió en que "el desarrollo económico requiere innumerables variables, dentro de ellas el crecimiento, el medioambiente, y al final de cuentas lo que importa es el bienestar de las personas y en eso estamos trabajando".

Sobre el proyecto Dominga (el que generó todo este escenario) afirmó no conocerlo en detalle, salvo lo que observó en la prensa, por lo que prefirió no opinar.