El ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, visitó el miércoles al líder opositor venezolano Leopoldo López, quien se encuentra bajo arresto domiciliario en Caracas. Ese mismo día, el ex gobernante se reunió también con el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y, además, con Delcy y Jorge Rodríguez, la líder de la Asamblea Constituyente chavista y su hermano, alcalde metropolitano de Caracas y uno de los hombres fuertes del Ejecutivo.
Tras estos encuentros, las versiones sobre un posible diálogo entre el gobierno y la oposición, conformada por la alianza de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), se dispararon. Incluso Lilian Tintori, la esposa de López, tuvo que salir a desmentir un posible diálogo. "No hay negociación y menos a espaldas del pueblo. Leopoldo jamás va a negociar de espaldas al pueblo", aseguró el jueves.
Desde hace varios meses, Rodríguez Zapatero impulsa un diálogo entre el gobierno de Maduro y la oposición para intentar resolver la profunda crisis política en la que se encuentra el país y que se acrecentó tras la instalación de la Asamblea Constituyente a comienzos de agosto.
Desde entonces la oposición enfrenta días críticos, luego que los comicios anularan las protestas contra el gobierno que se mantenían en las calles desde hace cuatro meses y que dejaron un saldo de 125 muertos. Pero la llegada de Rodríguez Zapatero a Caracas abre un posible escenario de una nueva fase de diálogo, algo que podría dividir aún más a la ya de por sí fragmentada oposición del país.
El ex presidente español comenzó a visitar el país como mediador de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en mayo de 2016, con el objetivo de promover un diálogo entre ambas partes. Sin embargo, la mesa se quebró tras el supuesto incumplimiento de las partes, mientras el Ejecutivo ganó tiempo, logrando sacar a los manifestantes de las calles.
Hasta la fecha, las conversaciones entre la oposición y el gobierno no se han podido retomar oficialmente, aunque el mandatario venezolano ha sugerido en distintas ocasiones que sus emisarios mantienen reuniones secretas con los opositores.
Esa posibilidad podría traer nuevas fracturas en la oposición. El último episodio de desavenencia entre la MUD fue la salida de la ex diputada de Vente Venezuela, María Corina Machado, luego que el bloque decidiera participar en las elecciones a gobernadores.
Amenaza a la oposición
Ni la lluvia de críticas de la comunidad internacional, ni los constantes alegatos de la oposición, han detenido a la Asamblea Constituyente de Maduro. El órgano plenipotenciario, que según los analistas podrían tener poderes infinitos, eligió a sus 545 diputados hace más de un mes, a través de unas elecciones sin competencia y marcadas por las denuncias de fraude de la empresa tecnológica encargada del funcionamiento de la votación electrónica en el país, Smartmatic.
Desde su instalación, la Asamblea Constituyente ha avanzado más bien hacia un camino que busca anular a la oposición, que controla el Congreso, más que reescribir la Carta Magna como prometió el propio Maduro.
El golpe más reciente tuvo lugar el martes, al solicitar enjuiciar a quienes apoyen las sanciones del gobierno estadounidense contra Venezuela.