Todo fue ordenado y organizado. Al salir del Hotel Hyatt con rumbo al Estadio Nacional, Roger Waters le dio en el gusto a quienes lo esperaban fuera del lugar para firmar autógrafos, pero lo hizo en sus propios términos: nada de desorden.
Es por eso que todos quienes quisieran pedir una firma al bajista hicieron una fila que superó las 60 personas.
Poco antes de las 17 horas, y tras compartir unos 15 minutos con sus seguidores, Waters abandonó el hotel para partir rumbo al Estadio Nacional, lugar en que hoy hará el primero de sus dos shows en Chile para luego seguir su gira por la región.