Meta preferida de millones de turistas de todo el mundo, la monumental Roma ofrece al visitante otra forma de recorrer la Ciudad Eterna: los "botticelle", coches de caballos que siguen funcionando a pesar de las protestas de los defensores de los animales y de las molestias para el tráfico.

Actualmente, los "botticelle" son medio centenar y es normal verlos recorrer las calles de Roma cargados de turistas en medio del caótico tráfico.

Los "botticelle" son un medio de transporte lento, lo que permite al turista disfrutar de las vistas de la ciudad, pero hace perder los nervios a los conductores, que en muchas ocasiones se ven obligados a seguir durante minutos y minutos al coche de caballos por las estrechas calles de la ciudad, sin poder adelantarlos.

Si los automovilistas se ponen nerviosos, los caballos, según las asociaciones protectoras de animales, sufren de verdad, ya que se ven obligados a respirar el aire contaminado, además del estrés que les causa caminar sobre adoquines y en medio de un infernal ruido.

PROHIBIR

En febrero de 2009, el alcalde de Roma, Gianni Alemanno, planteó la posibilidad de prohibir la circulación de estos coches por el centro de la ciudad para evitar así el sufrimiento del animal y terminar con el problema de tráfico que causan; los "botticelle" serían sustituidos por autos de época eléctricos.

Sin embargo, esta posibilidad nunca llegó a fraguarse debido a las numerosas protestas de los conductores de las calesas, que no conciben la Ciudad Eterna sin estas tradicionales carrozas.

Las calesas se encuentran, durante todo el año, en las principales zonas de turismo de Roma: el centro histórico y el área arqueológica que va del Coliseo a los Foros Imperiales, pasando por las Termas de Caracalla y las colinas romanas.

También se encuentran en el Panteón y en numerosas calles de la zona comercial de lujo de Roma, como son la Vía Condotti, Via Frattina, Plaza de España, Vía del Corso, Plaza del Popolo y Plaza Venecia.

Desde primeras horas, cuando la ciudad se está aún despertando, se pueden ver a estos tradicionales coches de caballos, a los que se acercan los turistas más madrugadores, deseosos de gozar la ciudad con el fresco mañanero.

ARRIENDO

Los "Botticelle" se pueden arrendar hasta media de tarde, cuando los caballos son trasladados a un establo situado en el barrio de Testaccio, donde pasan la noche.

Alquilar una "botticelle" cuestan alrededor de 120 euros para cuatro personas, si bien es cierto que, a menudo, este precio es negociado por el turista y puede variar en función del lugar donde se alquile.

Además, no hay límite de tiempo, independientemente de si el cliente quiere pararse a inmortalizar las diferentes vistas o de si hay tráfico en las calles, ya que el recorrido que tienen que cumplir está cerrado.

Los recorridos más requeridos por los turistas con los que transitan a la sombra del Coliseo, para recorrer el cercano Palatino y, siguiendo por el Foro Roma, desembocar en la plaza Venecia, el corazón de la Ciudad Eterna.

Otro paseo tiene su punto central en la famosa Boca de la Verdad, conocida en todo el mundo gracias, entre otras cosas, a la película "Roman Holiday" (1953), de Gregory Peck y Audrey Hepburn.

Desde Plaza de España parte otro circuito que recorre la famosa Plaza del Popolo, la exclusiva Vía Condotti, bordea el río Tíber y llega hasta el Castel Sant'Angelo, muy cerca del Vaticano.

Además, gracias a la página de internet, los turistas que lo desean pueden reservar de antemano el recorrido e incluso crear uno a su gusto.