Roma luce un panorama desalentador: los basureros se rebasan de desechos, el transporte público está sobrepasado, las obras del metro aún no finalizan, las calles están llenas de hoyos, los ciudadanos se quejan de la poca inversión que existe en los colegios, y por sobre todo, la corrupción que existe en la política. Todo esto mientras unos 28 millones de turistas visitan la "Ciudad Eterna" cada año.
Quien triunfe hoy en la segunda vuelta municipal deberá afrontar una ciudad sumergida en el caos. Esto, porque además de la inversión que necesita en infraestructura, Roma posee una deuda de unos US$ 15 mil millones, el doble de su presupuesto anual. Tanto Virginia Raggi, la candidata del Movimiento 5 Estrellas (M5S) -fundado por el ex cómico Beppe Grillo- y que ganó la primera vuelta del 5 de junio con un 35,2% de los votos, como Roberto Giachetti, el aspirante del Partido Democrático (PD) del primer ministro Matteo Renzi, y que obtuvo el 24,8% de las preferencias, han prometido que si llegan a la alcaldía, le cambiarán la cara a la ciudad. Lo mismo que aseguró, sin éxito, el ex alcalde Ignazio Marino, quien dimitió en octubre por acusaciones de corrupción.
Si Raggi llega al municipio se convertirá en la primera mujer en la historia de Roma en ocupar ese puesto, algo que París ya experimentó tras el triunfo de Anne Hidalgo en 2014. Y no sólo eso. El M5S, fundado en 2009 como una alternativa a los partidos tradicionales, desafiaría al PD al convertirse, eventualmente, en una alternativa de gobierno.
Con tan sólo 37 años, Raggi es abogada y se presenta como la clara favorita para llegar al municipio. Ha sido calificada como una "indignada". Pero a diferencia de Giachetti, Raggi tiene poca experiencia en política. En 2011 fundó el primer grupo del M5S en un municipio y en 2013 fue elegida concejal. En sólo tres años llegó a convertirse en la carta del movimiento para la alcaldía.
Como candidata del grupo antiestablishment -al M5S lo han comparado con el izquierdista Podemos de Italia, aunque con una tendencia menos definida- Raggi tiene una gran popularidad, ya que no se la asocia ni con PD ni con los partidos tradicionales de derecha. Todo esto, luego de que Roma afrontara el año pasado el caso de corrupción "Mafia Capital", una red corrupta formada por mafiosos, políticos, empresarios y funcionarios que robaba desde 1993 hasta a los refugiados.
Si Raggi triunfa hoy probablemente tendrá que hacer frente a la oposición del primer ministro, además de tener que intentar derribar el machismo, característico en la política italiana. En cambio, si su rival es el elegido, su cercanía con Renzi le facilitaría el acceso desesperado al financiamiento.
Pero tras el escándalo del ex alcalde Marino, muchos electores se han alejado del Partido Democrático. "Es el momento de recuperar nuestra historia, de tomarnos la revancha", ha asegurado la candidata del M5S. "Tras más de 20 años de malos gobiernos, es urgente cambiar la política que está llevando a esta ciudad al colapso", dice Raggi. Sin embargo, sus críticos aseguran que la mujer es demasiado joven para asumir el cargo.
Si Raggi llega a la alcaldía, sería un golpe para el PD. Esto, luego de que en abril la Cámara de Diputados aprobara una reforma constitucional clave para el Ejecutivo, que debe ser ratificada por un referendo a fines de año. Y el avance del M5S -que se opone al cambio- no es una buena señal. Renzi ha dicho que en la consulta se juega su credibilidad. "Me lo juego todo, si pierdo, me voy a casa", sostuvo.