La disputa por el David de Miguel Ángel parece no tener fin: ni el gobierno de Roma ni la ciudad de Florencia dan su brazo a torcer sobre la custodia de la obra maestra renacentista esculpida en mármol, aunque algunos medios italianos auguran un posible compromiso.
No en vano, el rifirrafe es también una cuestión de dinero: la florentina Galleria dell'Accademia, donde el David atrae a masas de turistas, recauda anualmente unos diez millones de dólares.
"El David pertenece a Florencia, las actas lo demuestran, jurídicamente no hay dudas", sostiene al alcalde de la ciudad, Matteo Renzi. Es "el símbolo de Florencia". Sin embargo, manifestó su disposición de viajar a Roma para negociar una especie de "gestión compartida" de la escultura.
El ministro de Cultura, Sandro Bondi, tampoco pide más y considera la disputa absurda. Así, en el futuro, los ingresos que genera el David podrían ser "gestionados" conjuntamente.
La polémica se desató en plenas vacaciones, cuando dos abogados del Estado plantearon la cuestión de a quién pertenece el David a petición del Ministerio de Cultura.
Argumentan que se trata de un bien estatal, entre otras cosas porque el ayuntamiento de Florencia no puede ser considerado heredero directo de la República Florentina de 1504, que en su día pagó al maestro renacentista.