El virtual candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Mitt Romney, recorrió este sábado Massachusetts (noreste), el estado en el que fue gobernador, en una gira para recaudar fondos en la que logró captar siete millones de dólares en dos días de campaña.
Una semana después de la designación de Paul Ryan como su compañero de fórmula y con apenas 80 días antes de la elección en la que aspira a destronar al presidente Barack Obama, Romney deja atrás la campaña en estados fluctuantes cruciales, optando por recaudar efectivo con eventos en Nueva York y Massachusetts.
Para el domingo, el candidato republicano ya habrá sumado cinco días seguidos sin participar a eventos públicos de campaña, concentrándose en cambio en actividades para recolectar efectivo para su campaña.
Sin perder tiempo, el exgobernador de Massachusetts tuvo cuatro eventos de alta recaudación programados este sábado, culminando en una cena junto a la costa del océano Atlántico para la cual los asistentes pagaron 75.000 dólares per cápita.
Las entradas para el evento del viernes de noche en el golf club de Sebonack habían costado 25.000 dólares, una tercera parte.
El multimillonario petrolero Bill Koch fue el anfitrión este sábado de un ágape en Osterville, en el que se pagó 50.000 dólares por cabeza.
Pasó sobre el lugar un avión llevando una pancarta de la campaña demócrata en la que podía leerse el eslógan "Obama -- Llevando a Estados Unidos hacia adelante". La aeronave hizo unos pocos giros lentos sobre la mansión de Koch, mientras llegaban los invitados, antes de seguir su vuelo.
Romney dijo que Obama es en parte responsable por el exceso de gastos que se ha transformado en el sello de la campaña 2012, donde la captación de millones de dólares es una necesidad absoluta.
"Ese es el desafío con un presidente quien ha superado largamente los límites del presupuesto federal" expresó Romney, inversor multimillonario, en conversación con los reporteros en su avión, antes de dirigirse hacia la exclusiva isla Martha's Vineyard (Cape Cod).
"Significa que la campaña ahora tiene que dedicar tiempos desproporcionados a la recolección de fondos", concluyó Romney.