Ronaldinho está disfrutando de un segundo aire futbolístico en Atlético Mineiro, tras su polémico paso por Flamengo. Se le ve con un buen estado físico, anotando goles y destacando como una de las figuras del torneo brasileño. Su rutina es ir de su casa al entrenamiento y de regreso al hogar. ¿Una señal de que "Dinho" dejó las fiestas para concentrarse en el fútbol? No, responden en Brasil, sólo una forma privada de hacer lo mismo que antes.
Según una nota de O Estado de Sao Paulo, que destacan medios internacionales como Sport, Ronaldinho ha decidido celebrar sólo en su hogar y lo hace en su estilo, a lo grande.
Los hinchas de Atlético Mineiro recorren los locales nocturnos atentos a denunciar a cualquier jugador del equipo que sea descubierto en malas condiciones, y "Dinho" ni siquiera se ha visto.
Y es que el talentoso jugador optó por concentrar toda la diversión en su lujosa casa, a 30 kilómetros de Belo Horizonte. A ese lugar invita a compañeros de equipo y amigos cercanos a fiestas donde, según Estado de Sao Paulo, hay mucho alcohol y el promedio es de cinco mujeres por cada hombre.
Ronaldinho pide la compañía femenina a Santa Catarina y las acompañantes cobran 1.500 dólares por la "participación especial".
Pero el ex jugador del Barcelona ha logrado hasta ahora combinar sus gustos con su trabajo y de hecho destaca por su responsabilidad en los entrenamientos y su aporte en los partidos. Aunque conociendo su estilo de vida, en Atlético Mineiro concentran dos noches antes de los partidos.