Decir que Ronaldinho lo está pasando mal en México no sería del todo correcto. Al menos, el ambiente es tenso a su alrededor. En México no están contentos con el crack brasileño y su agitado ritmo de vida, que poco tiene que ver con el fútbol. Las interminables fiestas se suceden y su talento en cancha se está viendo menos de lo esperado.
A la par, el Querétaro, donde también milita el chileno Patricio Rubio, atraviesa por un terrible momento que los tiene en la penúltima posición de la clasificación azteca. Apenas suman ocho puntos, con dos triunfos, dos empates, y seis derrotas.
Ante tal situación, los dardos se fueron contra el ex Barcelona, que llegó como indiscutible figura, pero que en el último tiempo sólo logra enredarse por los líos que provocan sus ausencias a los entrenamientos, retrasos y viajes inesperados, lo que ya tienen cansados tanto a los dirigentes del club, como a la fanaticada. Incluso, en el último duelo de los Gallos Blancos (derrota 1-0 ante el Toluca), el técnico Victor Manuel Vucetich ni siquiera citó a DInho, molesto por saltarse una práctica.
La decepción es tal, que la parcialidad del cuadro negriazul ya le tiene un cruel nuevo apodo al campeón del mundo en Corea y Japón 2002: Robaldinho.
Ronaldinho tiene contrato hasta junio del 2016, pero pocos esperan que el compromiso se sostenga por tanto tiempo. De hecho, se habla de que el talentoso mediapunta podría dejar el club cuando termine el semestre, con la vista puesta en continuar con su carrera en la MLS.