Wayne Rooney, delantero del Manchester United, aceptó las acusaciones de la Federación inglesa de Fútbol (FA) por su inapropiado lenguaje ante las cámaras durante el último partido con su club, pero no está dispuesto a aceptar la sanción automática de dos partidos.
Rooney, de 25 años, presentó una apelación a la sanción impuesta el lunes por la Federación al considerar que es "claramente excesiva", según informaron el club inglés y la FA en un comunicado.
Aunque el jugador espera conocer la respuesta de la Federación hoy, no está previsto que se haga pública por el partido que disputan esta jornada el Manchester contra el Chelsea en Stamford Bridge, por la Liga de Campeones.
Rooney se enfrenta al riesgo de que su sanción aumente a tres partidos, si su apelación es considerada "frívola".
El jugador anotó tres goles en la última fecha de la Premier League, en el duelo en el que "Man-U" caía 2-0 y terminó ganando 4-2 ante el West Ham. Rooney mostró una actitud grosera ante las cámaras de televisión inmediatamente después de ejecutar el penal que significó el 3-2 parcial.
El atacante se disculpó al término del encuentro, a través de un comunicado, "por cualquier ofensa que pudiera haber causado" tras su celebración del gol, pero eso no fue suficiente para la Federación inglesa.