El papá de Rory McIlroy fue hace 10 años a una casa de apuestas a firmar que su hijo ganaría el Abierto Británico antes de los 26 años. No apostó mucha plata, aunque las informaciones son algo confusas sobre la cifra, pero ahora podrá cobrar una cifra millonaria él y un par de amigos que logró convencer esa vez. Todo gracias a su hijo, que levantó la Claret Jug después de cuatro días en los que fue el único candidato a la corona, en los que aguantó la presión como nunca y se quedó con 1,41 millones de dólares.
McIlroy se va del Royal Liverpool Golf Club como el tercer jugador de la historia en ganar tres de los cuatro majors antes de los 26 años. Los dos anteriores son los históricos Jack Nicklaus y Tiger Woods. La lista completa es de apenas 11 golfistas.
A esa altura quedó su nombre ayer, el día en que no aplastó al campo en Merseyside, junto al mar, como cada Open, en la única jornada en que apenas venció el par por un golpe, pero igual lo derrotó. El domingo en que vio cómo Sergio García se le acercaba, pero pese a dos bogeys seguidos a mitad del recorrido, el norirlandés cerraba su triunfo con dos palos de holgura sobre el español y el regular Rickie Fowler (ver breves).
Se acercaron sus escoltas, pero nunca lo preocuparon. Su mente funciona de una manera distinta desde hace un tiempo. Más firme.
Tampoco estaba nervioso McIlroy, que había tenido un año irregular y que ganó sus majors anteriores hacía tiempo, en 2011 (el US Open) y 2012 (el PGA Championship).
Ni se acordó del Masters 2011, cuando desperdició una ventaja de cuatro golpes en el día final y le entregó el título al sudafricano Charl Schwartzel. Es un McIlroy cambiado.
"Se siente increíble. No fue fácil hoy (ayer). Unos cuantos se me estaban acercando. Yo simplemente tuve que mantener la concentración y seguir en el presente y realmente concentrarme en lo que estaba haciendo", declaró el campeón tras recibir el legendario Claret Jug.
"Estoy tremendamente orgulloso. Estar sentado aquí, a los 25 años, y ganar mi tercer major y estar tres cuartos de conseguir el Grand Slam... Nunca soñé que estaría en este punto de mi carrera a esta edad", agregó el monarca.
Números en verde
El norirlandés se convierte además en el segundo golfista del Reino Unido con más títulos en la era moderna, después de Nick Faldo, ganador de seis Grand Slams.
De paso, es el jugador más joven en ganar el Open desde que Tiger Woods triunfó en la edición 2000 con 24 años y seis meses.
También es el primer vencedor del torneo de punta a punta desde 2005, cuando lo hizo el mismo Woods. El estadounidense analiza así al niño maravilla del golf: "Rory es muy agresivo y cuando se pone a jugar, se pone a jugar. Y cuando le va mal, le va mal del todo. Es lo uno o lo otro. Si ves sus resultados, se parece a Phil Mickelson".
A su vez, Mickelson pronostica que McIlroy cerrará el círculo y ganará el Masters en poco tiempo: "Con su forma de jugar y con lo bien que juega en Augusta, eso ocurrirá probablemente pronto". Tom Watson, cinco veces campeón del British, asegura que "Rory estuvo peleando un tiempo con su golf, pero ahora parece que lo tiene de vuelta. Uno aprende mucho de los errores".
McIlroy aparecerá hoy como el número dos del mundo, y como dice Watson, con una mentalidad nueva: "Encontré de nuevo mi pasión por el golf".