Una de las cosas que más llamaron la atención durante el show de Rosana, la única mujer entre los artistas que han hecho un show de larga duración durante el Festival, fue que cantó casi tres canciones inmersa en el medio del público. Algo que no responde sólo a la existencia de un segundo escenario, sino a lo que ella llama "una necesidad".

Según explicó durante la conferencia de presencia que dio tras su segunda presentación en Viña del Mar y de cumplir con su labor como jurado del certamen, "siempre me bajo (del escenario). Es una costumbre, una necesidad. Primero porque, lo necesito, sobre todo porque estar con ellos es súper divertido y, segundo, porque he convertido los conciertos excusa para estar con la gente"

Pero más notorio aún fue el problema de sonido que la cantante tuvo inicialmente, que no sólo retrasó su show sino que siguió durante los primeros temas que tocó. Pero aún así, la cantante le bajó el perfil al asunto: "Estas cosas pasan cuando no se hace playback" declinó nombrar culpables directos.

Sobre algo que sí habló fue sobre los demás miembros del jurado -a quienes invitó a bailar sobre el escenario al cerrar con su hit A fuego lento-, sobre quienes sólo tuvo buenas palabras y aseguró: "Aprendí un montonazo" para luego decir que el grupo tiene muchas cosas en común.

Al final de la conferencia la cantante recordó a la prensa que tiene dos shows pauteados para el 10 y 11 de mayo en el Teatro Nescafé de las artes.