Conocida es la pasión argentina por los deportes motor. Y eso ha quedado en evidencia para las estrellas del MotoGP tan pronto han arribado al vecino país para la carrera de este fin de semana en Termas de Río Hondo. En conferencia de prensa, Valentino Rossi y Marc Márquez ya han sentido el rigor de su popularidad, quienes han llegado a sentir cierto agobio.
El miércoles en la noche, tanto el italiano como el campeón mundial vigente salieron a comer, y la experiencia no fue del todo positiva.
"El Doctor" salió junto a su círculo cercano, siendo perseguido por los fanáticos, quienes incluso se pegaban a los vidrios del restaurante para retratarse cerca del italiano, quien debió pedir ayuda policial para poder salir del lugar ante las dimensiones de la aglomeración que se generó a su alrededor. Al irse, la muchedumbre notó que el español comía en el local de enfrente.
El italiano admitió que lo pasó un poco mal. "Me sentí como los animales en el zoológico. Los entendí y no fue divertido. Desde que llegué al aeropuerto supe que iba a ser un fin de semana difícil. Eso sí, mejor que haya mucha gente a que no haya nadie. A partir de ahora será ir al circuito, directo al hotel; al circuito, al hotel...", confesó Rossi.
Márquez, junto a Valentino en la rueda de prensa, bromeó sobre el tema aunque a él también tuvo que rescatarle la policía. "La culpa fue de Rossi. Yo estaba cenando tranquilamente hasta que Valentino se fue y uno dijo: 'Eh, ahí está Márquez'", comentó. El ilerdense ya tiene receta para no repetir: "Cenaré todos los días en el circuito".
La locura por el MotoGP ya se vive en Argentina.