La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, afirmó hoy que el país entrará en el club de países con capacidad para construir submarinos con propulsión nuclear, una tecnología que hasta ahora sólo dominan cinco naciones.

"Brasil pasará a formar parte del pequeño grupo de países que tiene conocimiento y tecnología para construir submarinos (nucleares)", afirmó Rousseff en su programa semanal radial al referirse al inicio, el pasado sábado, de las obras del astillero en que serán construidos los sumergibles con tecnología francesa.

Según Rousseff, esa tecnología "es dominada por muy pocos países" y subrayó que "sólo China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia tienen ese dominio".

"En breve Brasil ingresará en esa lista", agregó en su programa "Desayuno con la presidenta". La participación de Rousseff el sábado en el corte simbólico de una lámina de acero en la sede de la estatal Nucleobrás Equipos Pesados (Nuclep) en Itaguaí, ciudad en el litoral sur de Río de Janeiro, supuso el inicio del proyecto para construir en el país cuatro submarinos convencionales y uno de propulsión nuclear.

Los cinco submarinos están previstos en el acuerdo de cooperación militar que Brasil firmó con Francia en 2009 y que prevé también la transferencia de tecnología.

"La capacidad de producir submarinos es estratégica, tanto para la defensa del país como del crecimiento económico. Cuando hicimos el acuerdo con el gobierno francés una de las condiciones que pusimos fue la de que profesionales brasileños pudiesen aprender con los franceses cómo se hace un submarino", afirmó Rousseff.

Según la mandataria, Brasil no quería sólo comprar submarinos sino aprender a construirlos y "después de hacer cuatro submarinos convencionales, a diesel, estaremos listos para desarrollar, solos, un submarino movido por energía nuclear", agregó.

La Presidenta aclaró que pese a que Brasil es un país pacífico que no se involucra en guerras, es importante que tenga capacidad para desincentivar cualquier "espíritu de agresión". "Soberanía es soberanía, y tener un submarino es una garantía de soberanía, porque la principal vía de circulación de nuestro comercio exterior es el mar", afirmó la mandataria, quien destacó también la necesidad de defender las enormes reservas petroleras que Brasil descubrió en aguas muy profundas del océano Atlántico.

"Es una riqueza incalculable que tenemos en nuestros mares y que tiene que ser protegida como un tesoro. Esos submarinos van a ayudarnos a cuidar esa riqueza", aseguró.

Rousseff dijo que el proyecto también incentivará la economía y la industria naval, ya que cada submarino necesita de cerca de 36.000 piezas que serán producidas por 30 empresas brasileñas, y la construcción del astillero y de una base naval generará 9.000 empleos directos y 27.000 indirectos.

Según la Marina, el cronograma del acuerdo bilateral de cooperación prevé la inauguración de la Unidad de Fabricación de Estructuras Metálicas en noviembre de 2012, la conclusión del astillero en 2014 y el inicio de operaciones de la base naval para los submarinos en 2015.

La previsión es que el primero de los cuatro submarinos convencionales sea oficialmente entregado a la Marina brasileña en 2017 y el de propulsión nuclear en 2023.